Capítulo 12: Cena familiar

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Ha estado evadiendolo desde hace algunos días, pero sabe que no puede seguir posponiendolo, así que, juntando coraje, se dirige a la casa de sus padres a la cena que se supone que deberían haber tenido hace días.

No lo malinterpreten, él ama a su familia, ellos, con todos los defectos que pudieran tener, han sido excelentes padres y le han dado todo, él siempre estará agradecido. Es solo que... hay aspectos de la vida en los que Jude no está de acuerdo con ellos, más específicamente con su padre. Su visión acerca de las castas, de los roles que se supone que deben cumplir son, para el punto de vista de Jude, anticuados y hasta un poco machistas.

Él, al ser de otra generación, se crió con una mentalidad bastante más abierta, y creía firmemente que cada quién podía y debía hacer con su vida lo que le viniera en gana, siempre y cuando ésto no perjudicara a otros.
Por otro lado, su padre, si bien era un hombre cordial y respetuoso, solía tener pensamientos algo cuestionables y políticamente incorrectos, que no dudaba en lanzar estando en confianza. Siendo sincero Jude solía no ponerles atención, pero ahora no podía evitar sentirse afectado por los mismos.

¿Qué diría su padre si supiera que estaba enamorado de un beta? Y no de una beta, que no sería lo ideal pero sería más "aceptable", si no de UN beta. Alguien no solo de una "casta inferior", si no con quién no podría darles los nietos que siempre le pedían sus padres.

Él sabía que la noticia de que había sido visto con una chica saliendo de un bar de alguna forma les había llegado a sus padres, y sabía que tipo de interrogatorio le esperaba. Ya le sudaban las manos.

Finalmente llega a la casa en la que vive su madre en Madrid, y es recibido con un gran abrazo por su hermano menor Jobe, quien está de visita en el país junto a su padre Mark, ya que, como el menor juega en el Sunderland, éste vive en Inglaterra con él, mientras que su madre vive con Jude en España.

Cuánto lo había extrañado.

Ni bien cruza el umbral de la puerta siente el olor de la comida de su madre, su favorita, al menos dos veces a la semana viene a cenar con ella, no solo por la comida, si no por su compañía. Si, el es todo un "niño de mamá".
Ya en el interior de la casa divisa a su padre quién estaba en el sofá de la sala viendo un canal de deportes, éste se levanta al verlo y lo recibe también con un cálido abrazo, hacía al menos dos meses que no se veían.
Luego de ir a saludar a su madre, los tres hombres se quedan en la sala charlando principalmente sobre fútbol, sobre lo bien que le estaba yendo a Jobe en el Sunderland, en el interés en él de varios clubes grandes como el Liverpool, y obviamente de como Jude estaba arrasando en el Real Madrid, habiéndose convertido rápidamente en la cara del club y siendo considerado por muchos como uno de los mejores futbolistas del mundo hoy por hoy.

Su padre no ocultaba su orgullo por el éxito de sus hijos, y Jude no podía evitar pensar que en cierta forma él vivía su propio sueño frustrado a través de ellos, por eso aveces era tan estricto con sus carreras, con la disciplina eh incluso con la vida personal de ambos, no quería que nada perjudicara sus trayectorias.

El sueño de Mark siempre había sido ser futbolista, y estuvo cerca de cumplirlo, siendo un jugador muy técnico, disciplinado y físicamente privilegiado, hubiera llegado lejos de no ser por aquella lesión que, siendo muy joven, lo alejó de la actividad profesional.
Finalmente, se dedicó a ser policía, aunque el fútbol siguió siendo parte activa en su vida, convirtiéndose en jugador amateur del West Midlands Police FC, de la liga de Birmingham, en el que habría convertido 700 goles en 900 partidos. O al menos eso es lo que siempre presume en las reuniones.
Actualmente, está retirado tanto de la policía como del fútbol amateur, dedicándose por completo a ser el representante tanto de Jude, como de Jobe.

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La deliciosa cena ya está servida, y el ambiente luce lleno de risas y conversaciones animadas. Todo parece ir bien hasta que sus padres comienzan a hacer preguntas sobre su vida amorosa. Claro.
Obviamente le preguntan por la omega con la que supuestamente se lo vio salir de un bar, Jude se debate entre negarlo o contar una verdad a medias, sabiendo qué no le creerán lo primero. Simplemente dice que fue algo de una noche y ya, sin querer entrar en detalles. En realidad ni siquiera llegó a eso ya que no pasó de un par de besos incómodos, pero sabe que no puede contarles las razones por las cuales no fue más allá, no puede confesarles que no desea estar con nadie que no sea el beta rubio.
Sus padres no ahondan más en eso, entendiendo que un alfa joven y soltero tiene necesidades que satisfacer, especialmente si se presenta su celo. Pero eso no lo salva del discurso de su padre de que debería buscar una buena omega con la que sentar cabeza, que sería lo mejor para él y su carrera y no perder el tiempo con chicas interesadas.

A medida que las preguntas y los comentarios continúan, incluyendo el tema nietos, Jude se siente cada vez más incómodo. Trata de desviar la atención y responder de manera evasiva, pero la presión y las expectativas de su familia pesan sobre él. Se siente mal por tener que ocultar su verdadera identidad y los sentimientos que tiene hacia Nico.

En un momento, Jobe, como si supiera que la charla está incomodando a su hermano, hace un comentario sobre una serie que estaba viendo y logra cambiar el tema de conversación. Jude se lo agradece internamente.
A pesar de que la cena continúa con risas y conversaciones más descontracturadas, Jude no puede evitar sentirse dividido. Por un lado, quiere ser honesto y auténtico con su familia, y con todos en general, pero por otro lado, teme el rechazo y la falta de comprensión si revela la verdad sobre sus sentimientos hacia un beta. Más aún teniendo en cuenta que su padre, además de ser su padre es su representante, no solo tienen una relación familiar si no laboral, y ambas podrían verse afectadas, complicando todo ámbito en su vida.
Y eso sin contar las posibles repercusiones en su imagen pública, ni quería pensar en eso.

El conflicto interno de Jude se refleja en su rostro y en su actitud durante el resto de la cena. Aunque trata de mantener una fachada de alegría, cierta tristeza se reflejan en sus ojos. Se siente atrapado entre el deseo de ser fiel a sí mismo y la presión de cumplir con las expectativas sociales y familiares.

La cena llega a su fin, pero el peso de la situación sigue presente en el corazón de Jude. Se despide de su familia con una sonrisa forzada, pero por dentro, sabe que tendrá que enfrentar la difícil tarea de reconciliar sus sentimientos y encontrar una manera de ser sincero consigo mismo y con aquellos que le rodean.


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Este capítulo para entender un poco el punto de vista de Jude.

PD: Ya pasamos los 200 votos en ésta historia, muchas gracias a todos 🥺💕
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