★¡𝑬𝒔𝒄𝒖𝒆𝒍𝒂 𝑪𝒖𝒂𝒓𝒕𝒆𝒕𝒆𝒓𝒂!★

Cap. 2 ¡Alviriki es real!

Ya era el segundo día en la nueva escuela. A Roberto le había gustado mucho, ya que hizo nuevos amigos. En este nuevo día el primero en despertarse y prepararse fue Roberto.

-Bueno...¡hoy es un nuevo día!

Dijo Roberto mientras se miraba al espejo. Luego volteó y notó qué su hermano seguía dormido. Se acercó a Ricardo y le gritó en el oído.

-¡RICARDO DESPIERTA!

Ricardo se despierta del susto y se cae de la cama.

-¡AHHH!

Grito Ricardo y cae al suelo, Roberto se aguanta la risa, para luego ayudar a levantarse a su hermano.

-Mhmm...no quiero ir hoy a la escuela.

Dijo Ricardo mientras se frotaba los ojos.

-¿Acaso no quieres ver al amor de tu vida?

Preguntó Roberto mientras se reía un poco.

-¡Buen punto!

Ricardo fue corriendo hacia el baño. Luego de unos minutos ambos ya estaban preparados y se sentaron a desayunar.

Terminaron de desayunar y fueron camino hacia la escuela. Mientras hablaban.

-Bueno, Roberto...me alegra que hayas echos amigos en primer día.

Roberto lo miró a Ricardo con una sonrisa leve, para luego acariciarle el pelo.

-Gracias, Riki...y tienes razón me tengo que sacar esa vergüenza de encima.

Dijo Roberto agachado su cabeza.

-Che...tranqui, Roberto, algún día toda esa vergüenza se va ir a la mierda, te lo prometo.

Ambos Musso se miraron y sonrieron. Luego de eso ya llegaron a la escuela.

-¡Él último es alto boludo!

Gritó Ricardo y fue corriendo hacia la puerta de la escuela. Para luego entrar.

-¡Che, eso es trampa!

Río Roberto y fue corriendo. Entró a la escuela y miró hacia todos lados, Ricardo no estaba por ningún lado. Roberto comenzó a caminar mientras miraba hacia todos lados, sin prestar atención en frente.

Había una chica que estaba caminando, en dirección a Roberto, pero no estaba prestando atención ya que estaba mirando un libro. Cada vez se acercaban más y más, hasta que chocaron.

-¡Ah!

Gritaron ambos, para luego mirarse.

-¡Lo siento mucho! Estaba leyendo un libro y no te vi.

Se disculpó la chica.

-Tranquila, no es tu culpa, yo tampoco te vi.

La chica sonrió y extendió la mano para saludar a Roberto.

-Me presentó, me llamo Daniela.

Dijo Daniela mientras sonrió. Roberto le correspondió el saludo.