Cap. 19 El amor de Marrero

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Marrero se encontraba durmiendo, pero el sonido de notificaciones provenientes de su teléfono lo despertó. Se sobo los ojos, y agarró su teléfono.

Notó qué el batero le había mandado mensaje, era para ir a una plaza de acá cerca con el grupo, el acepto y volvió a cerrar los ojos.

Estuvo así por unos segundos, hasta que decidió levantarse. Fue hacía la cocina, y como no había nadie, se tomó unos mates.

Luego fue al baño, y obviamente se baño. Cantaba unas cuantas canciones al azar, mientras se ponía shampoo en el pelo.

Terminó de bañarse, y se cambió. Hacía bastante frío, se puso una remera azul oscuro, un pantalón negro, y una campera roja, al igual que su gorro.

Ya era hora, entonces fue camino hacía aquella plaza. Estaba llegando, y notó qué estaban sus amigos sentados.

-¡Hola, pibes!

Dijo mientras se acercaba a cada uno, y los saludaba.

-¡Marre, que fachero!

Dijo Gustavo. Marrero sonrió, y le guiñó un ojo en broma, haciendo que el primero se ría.

-Bueno...¿Qué hacemos?

Preguntó el visco.

-¿Vamo' a los juegos?

Preguntó Álvaro. Todos asintieron, al parecer, estos chicos no querían crecer. Se fueron todos a los juegos.

Roberto, y Gustavo se fueron a las hamacas. Marrero, y Álvaro al sube y baja. Y por último Ricardo fue al pasa mano. Tavella no quería jugar, no quería perder su dignidad. Se cruzó de brazos, y los miraba, como un padre a sus hijos.

-¡Mírenme, mírenme!

Gritaba el musso menor. Se había subido al techo de unos de los juegos, se veía bastante alto. Todos lo miraron.

-¡Ricardo, bájate de ahí!

Gritó el visco, mientras se acercaba dónde estaba Ricardo, y lo miraba desde abajo.

-¡No, soy el rey de la plaza!

Respondió con otro grito Ricardo. Tavella lo miró, y rodó los ojos. Álvaro también se acercó, estaba muy preocupado, ya conocía a Ricardo, le podía pasar cualquier cosa.

-¡Mi amor, bájate de ahí, porfavor!

Dijo Álvaro. Ricardo lo miró, y se quedó unos segundos pensando.

-Mhm...está bien.

Se estaba por bajar, pero, piso mal, y su pie se resbaló, cayendo al suelo. Todos quedaron en shock. Marrero que estaba cerca, corrió hacía el de lentes, y se agachó.

★¡𝑬𝒔𝒄𝒖𝒆𝒍𝒂 𝑪𝒖𝒂𝒓𝒕𝒆𝒕𝒆𝒓𝒂!★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora