capítulo 11:Cicatrices que no Cierran

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Aqua dejó un ramo de rosas rojas en la tumba de Ai. Ai cumplía 16 años desde su muerte y quería celebrar esta fecha a solas.

Akane y la pequeña Ai estaban en casa. Akane sabía perfectamente a dónde iba Aqua, pero no lo detuvo, ya que esto era importante para su esposo, quien necesitaba su tiempo a solas.

-¿Dónde fue papá? -preguntó Ai, de 2 años y medio, sin haber visto a su padre desde el desayuno, mientras Akane preparaba la cena, algo poco común.

-Tu padre tenía asuntos que resolver -respondió Akane, acariciando levemente la cabeza de su hija.

-Papá estaba muy triste, ¿tú sabes por qué? -preguntó Ai, curioso por la razón de la tristeza de Aqua.

-Mira, cariño -Akane se arrodilló y puso su mano en el hombro de su hija-. ¿Recuerdas ese peluche que se rompió y papá tuvo que reparar?

Ai asintió levemente. El señor pulpo se rompió cuando uno de sus tentáculos quedó atrapado y ella tiró con mucha fuerza para sacarlo.

-Pues a tu padre le pasó algo muy similar. Solo que, a diferencia de tu peluche, esto no se puede reparar, por más que Aqua lo desee con desesperación.

Akane miró a su hija mientras acariciaba levemente su mejilla. Ai solo asintió, entendiendo lo que su madre quería decir. La muerte de Ai seguía atormentando a Aqua hasta el día de hoy.

-Solo necesita tiempo para él, después de eso estará bien -dijo Akane, poniéndose de pie y caminando hacia la cocina-. ¿Qué quieres de comer? Papá podría tardar un tiempo, no creo que tenga ánimos de cocinar hoy.

Ai solo sonrió un poco triste. Solo quería consolar a su hijo, quien seguía sufriendo por su muerte. Se preguntó si Ruby estaba sintiendo lo mismo.

Aqua cerró los ojos, arrodillado y orando por su madre fallecida.

-Creí que ya no vendríamos más aquí -Aqua abrió los ojos y giró la cabeza hacia la izquierda, de donde venía la voz.

La figura de Gorou estaba frente a él, con una expresión más enojada de lo habitual.

-¿Por qué dices eso? Nunca falto en esta fecha -la estrella en el ojo de Aqua se volvió más oscura.

-Ya tienes una imitación en casa, no creí que volverías aquí teniendo a la pequeña Ai en tu casa -Gorou se arrodilló, haciendo también una oración silenciosa en la tumba.

-No la llames así -Aqua dijo lo más calmadamente posible.

-Eso es lo que es. Solo la tienes para llenar ese vacío que ella dejó. Es la misma razón por la que estás con Akane. Ella solo es y será un premio de consolación -Aqua gruñó ante las palabras de su subconsciente.

-¿Le pides que actúe como Ai cuando están en la cama? -Gorou miró a su doble con algo de asco.

-¡No! ¡Nunca haría eso, sería una falta de respeto para Ai y para Akane! -Aqua gritó un poco alto.

-Ella no te diría que no si se lo pidieras, sabes. Esa chica está muy loca por ti, no sé si podría llamarlo amor -Gorou se levantó del suelo.

-Ambos se necesitan. Tú para llenar ese vacío, y ella para sentirse útil como tu salvadora. Ella camina al infierno por nosotros. Tú no necesitas a alguien que camine al infierno por ti, necesitas a alguien que no lo haría.

Aqua ignoró la voz de Gorou, lo cual irritó a este último.

-¿A dónde quieres llegar con todo esto? Estoy bien con mi vida, no haría nada para cambiarlo -Aqua giró la cabeza, apretando más sus manos mientras seguía orando.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2023 ⏰

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