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Día 4
El sol entró por la gran abertura en el techo y por las grietas al rededor. Mi rostro se iluminó con la luz natural obligándome abrir los párpados.
Aun adormilada note la figura de alguien moverse entre el área central. Logré enfocar mi vista después de tallar mis ojos. Reaper Ash ya no estaba con los cuerpos.
Wovey caminaba con una botella casi vacía entre sus manos, distinguí la rosquilla raspada, esa botella era la contaminada.
No.
No.
No.
Wovey...
Debe soltarla.
Debería soltarla.
Vamos suéltala.
La ensación de asfixia me invadió, el mareo encerraba mis pensamientos. Sentía inestabilidad, podía desmayarme en este instante.
El miedo de que la pequeña Wovey muriera no se iba.
Estaba a punto de volverme loco o a perder el control.
Ella no.
Un dron aterrizó lejos dejando las provisiones sin alcanze por parte ella, Wovey estaba demasiado debilitada, se arrastro logrando tomar una botella y beber un poco de esta. Dio un último sorbo antes de recostarse sobre el muro, el agua restante cayo porque dejó caee sus manos, quedó inmóvil mirando al sol y finalmente murió.
Yo fui la responsable.
No la protegí, la mate.
Yo mate a Wovey.
Ahora era lo que quería ser; una estrella libre en el cielo, en compañía de la luna.
Brilla, pequeña Wovey.
Iba acercarme, no lo merecía, no merecía un perdón.
Mi acción fue interrumpida por Reaper que bajó de las gradas, al ver la comida y agua de Wovey las tomó sin antes observar con cautela el cuerpo de la pequeña, el cual despedía un líquido plateado de su boca.
Inmediatamente abandonó la comida dejandola donde estaba.n
Sospechó que su muerte no era causa natural. Tomó el cuerpo de Wovey, lo cargo para apilarlo junto al resto de muertos, cuando lo dejó tapo una parte con la bandera y luego desapareció en los túneles.
Coral y Mizzen que estaban a la espera corrieron a buscar los suministros que Reaper dejó, para luego desaparecer también.
Tenia sed, ya no provocaba saliva y ya no podía pasarla para sentir algo en la garganta. Iría por el agua que deje en el escondite.
