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Hoy era el día de la cosecha, como cada año los habitantes debían buscar su mejor prenda y usarla. En el distrito 12 eran pocas las personas que usaban un buen vestido, yo usaba el mismo los ultimos años, mi padre lo había comprado para mi.
Era un nuevo comienzo, había cumplido los 18 y por fin mi nombre no saldría más entre los tributos el siguiente año. Los rumores se habían dispersado como si de agua se tratase, Lucy Gray sería la elegida, iban a hacer trampa y el alcalde leería su nombre, todo eso a causa de su hija Mayfair. Todos aquí sabíamos cuan tirano podría ser él con tal de ver a su hija feliz.
Una mierda.
A las dos se sabría quienes irán a pelear por sobrevivir, en este momento no había mucho movimiento, la mayoría aprovechaba para dormir... y si es que podían. Yo tenia que estar de pie desde muy temprano, trabajaba en el bar que era de mi padre, ahora la encargada del lugar era su hermana, mi tía Monik, ella pasaba la mayor parte del tiempo buscando como sacar dinero extra para que no nos faltara nada, asi que no la veia muy seguido y si lo hacia solo era para hablar sobre las ganancias del bar. Se hizo cargo de mi luego de que mis padres murieran por una extraña enfermedad que atacó al 12.
—Mucha suerte hoy Onyx— Dijo de pronto Livia.
—Suerte es lo que menos uno quiere hoy Livia— ella me dio una mirada apenada— se que no fue en esa intención. Sólo que debe ser horrible que tu nombre salga entre tantos.
—Tranquila, no saldrá el tuyo. Lo que se dice que hará Mayfair es una bajesa pero habrá algo positivo.
El peor error de Lucy Gray fue confiar en alguien como Billy Taupe.
Deje salir un suspiro pesado y continúe limpiando los tarros de cerveza. Livia había comenzado a trabajar en el bar hace poco tiempo cuando una persona que nos ayudaba decidió que no valía la pena seguir buscando alimento si moriría de todos modos a mano del capitolio, nadie la juzgo puesto que era algo que todos pensaban alguna vez, todo el trabajo que hacían no se quedaba aquí.
El tiempo paso, entre algunos que llegaban a tomarse una copa o comer algo, el reloj que había marco 1:30, era hora de cerrar e ir al lugar donde cada año ocurría la cosecha. Al salir todo el distrito se dirigía al lugar, unos iban con miedo y otros con resignación. Los agentes de la paz iban detrás de nosotros asegurándose que ninguno se fuera a escapar. Llegando nos formaron conforme a nuestra edad, los mas grandes hasta delante y los jóvenes en la parte posterior, con suerte pasaría desapercibida. Mi vista fue inmediatamente a Lucy, quien llevaba un vestido lleno de colores, era hermoso. Y a unos cuantos pasos estaba Mayfair con una sonrisa engreída, se estaba a punto de cometer un gran error. En cambio Billy se veía tranquilo.
Livia estaba colocada a un lado mio, mantenía sus manos entrelazadas y cabizbaja, podía sentir que estaba a punto de perder la cordura y desmayarse, su cabello estaba peinado en una sola trenza así que podía ver perfectamente su rostro el cual estaba rojo por el sol y con pequeñas lágrimas escurriendo.
