Capítulo 12

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Él estaba aquí

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Él estaba aquí.

Mantenía una sonrisa en su rostro que creció al ver que yo se la devolvía.

No pensé volver a verlo, al menos no en el distrito 12. Quería seguir mirándolo más tiempo, los días pasados habían sido una eternidad y ver su rostro era un alivio en mí.

—¡Oye tú!— frente a la barra sé posiciono Mayfair. Nada en ella lucia diferente, seguía teniendo la misma cara de chupa limones.

—¿Necesitas algo?

—Volviste intacta eh— bebió del vaso que llevaba— No creí que fuera posible, ya sabes, nadie aquí juega honesto.

—¿Así como lo hacen tú y tu padre?, todos aquí sabemos tus sucios secretos Mayfair, en especial el más reciente.

Eso pareció calentarla, dejo el vaso sobre la encimera y se junto más a la barra, podía oler su aliento a alcohol.

—No te conviene meterte conmigo, maldita huérfana. La vendida fue otra.

No le preste atención a lo último qué dijo, no le daría la satisfacción de verme derrotada.

—¿Te molesto tanto que tu querido Billy Taupe siga prefiriendo a su ex novia?

Mis palabras quedaron suspendidas en el aire, el golpe en mi mejilla derecha hizo que volteara la cara hacia un lado. Quite el cabello que tapaba mi vista y toque el lugar del golpe con mi mano, este estaba caliente por el impacto.

Ella no ganaría, estaba equivocada que si por ser hija del alcalde siempre saldría ilesa de todo lo que hacía. Mayfair era una basura más del monto.

Recobre mi postura regresandole su amable toque, ella se echo para atrás. Yo no la golpe con la palma de mi mano, en cambio cerré el puño y le di directo en su nariz.

Cuando se enderezo, la sangre comenzó a chorrear de su nariz. Mayfair solto un grito que llamó la atención de unos cuantos, las miradas curiosas se posionaron en nosotras, salí de detrás de la barra sacando un trapo para su sangre, ella aventó mi brazo provocando que este volará.

—¡No me toques!.

Si quería morir por desangrarse a causa de negar mi trapo, sería su culpa, no la mía.

Levante ambas manos en señal de que no le haría nada, en cambio a Billy Taupe pareció importarle poco y fue directo contra mí. Los segundos que me dio para reaccionar no sirvieron de nada, recibí un empujón demasiado fuerte por parte de él que hizo que cayera contra el suelo de un solo sentón.

Desde abajo vi como el caos se desató en la taberna, gritos inundaron mis oídos aturdiendome, todos se movían de un lado a otro. A lo lejos vi el cuerpo de Coriolanus acercarse a toda prisa, esquivo unos cuantos varones ebrios y de una sola tomó a Billy por la camisa estampando su puño en la cara del hombre, repitió su acción unas cuantas veces hasta que lo arrojo hacia un lado. Su frente estaba arrugada por el enojo que irradiaba, todo en él se encontraba tenso que daba la ilusión de haber crecido unos centímetros más.

Money, Power And Glory |coriolanus snowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora