𝐒𝐡𝐞

Capítulo 2

El café

💬Abraham

_Ali, ¿Vendrás a mi casa?

Una leve sonrisa se formó en mis labios.

Bajé para hacer mi desayuno, y oh por dios, todo estaba hecho un desastre, el piso estaba muy sucio, la mesa y la alacena, así que recogí un poco y me hice un cereal, quería algo rápido para ir a ver a Abraham, viendo mis redes sociales me doy cuenta que me llega un mensaje a mi celular...

_¡Hola!

_¿Hola?

_¿Quién eres?

_Soy Derek

_¿Cómo estás?

_Bien

_¿Qué hay de ti? Tu padre
no se veía muy feliz ayer

_No te preocupes por eso,
así es él

_Quería preguntarte...
¿Te gustaría salir hoy?

_¿A dónde?

_A dónde quieras,

_Podemos ir por un
Café si quieres...

_Mmm... Bueno

_Te veo en la plaza
a las 4 ¿Está bien?

_Sí, allá te veo.

Me sorprendió ver un mensaje de Derek en mi celular, hasta que recordé que ayer me pidió mi número.

Honestamente no me interesa Derek, quiero darle una oportunidad ya que es mi posibilidad de tener un amigo en L.A. mi madre estaría orgullosa de ello, debo decir que cuando vivía en Canadá chicos como él me invitaban a salir, pero nunca aceptaba, no me interesa estar en una relación con nadie.

Me arreglé para ir con Abraham a jugar en la consola seguramente, me invitó ya que se irá de vacaciones y no lo veré hasta la vuelta a clases; me decidí por una playera hawaiana, unos jeans negros y unos converse rojo anaranjados. Me gusta el outfit, me siento cómoda.

Rápidamente llegué a casa de Abraham, nos saludamos con un corto abrazo y me dejó entrar a su casa.

Tomé uno de los controles de la consola y lo miré esperando a que se sentara a mi lado.

Jugamos y la pasamos bien durante un par de horas, hasta que recordé que quedé de salir con Derek, dejé de jugar y me centré en la hora de mi celular llamado la atención de Abraham, nuestras miradas se cruzaron atentas hasta que rápidamente me levanté del sofá.

—Tengo que irme, quedé de verme con un amigo en 15 minutos.

—No te preocupes, te llevo.

Insistió en llevarme en su auto, así que acepté, me llevó hasta la cafetería haciendo que Derek y Abraham se toparan.

Me sentía un poco avergonzada porque seguramente había llegado tarde...

—Hola Derek, perdón por la tardanza...

—No te preocupes yo también acabo de llegar —sonrió levemente.

—Derek, él es... —miré a Abraham de la cintura para arriba— Un amigo, me trajo.