Capítulo 8

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Nueva Jersey

Narra Derek

Abrí los ojos y lo primero que se cruzó en ellos fue su tierno rostro dormido, podría mirarla por horas si no fuera porque el sonido de mi estúpida alarma sonó.

—¿Ah? ¿qué mierda se escucha? —despertó Ali frotándose los ojos.

—Ali no quiero ir a mi casa.

—Pero, ¿por qué no?

—Porque...

Fuí interrumpido con el sonido de la puerta abriéndose.

—No es necesario que vayas hasta tu casa Hall... —la mamá de Ali ahora estaba en nuestra habitación, con una sonrisa hipócrita.

—Tu padre también decidió quedarse a dormir con nosotros esta noche.

Ali y yo nos miramos con los ojos como platos.

—Andando, vengan a desayunar —aún con esa sonrisa falsa.

Nos levantamos de la cama, ninguna palabra se cruzó entre nosotros, aún no terminábamos de procesar que estaba sucediendo; nos dirigimos a la cocina y cuando llegamos noté mi papá, sentado en el comedor, tenía miedo de solo verlo. Nos sentamos a desayunar y papá rompió el silencio.

—Como sabrán el lunes vuelven a la escuela, y como se que ustedes dos son tan inseparables —dijo burlesco— hemos decidido que vayan a la misma escuela... A la de Derek para ser más específicos.

—Está bien... Papá —dijo Ali con una sonrisa.

—Aww, que bueno que empieces a aceptar Rob como tu padre —Lorene habló orgullosa.

—¿Pero qué mierda? —exclamé en un tono alto mirando a Ali con el ceño fruncido.

—¿Qué ocurre hermano?

—¿Qué mierda te pasa? ¿Qué mierda les pasa? —dije levantándome de mi asiento.

—No olvides tu vocabulario hermanito —la mirada de Ali estaba perdida, de la noche a la mañana no era la misma.

—Exacto Derek cuida tu vocabulario, deberías aprender de Ali, todas las tonterías que han pasado han sido por tu culpa —dijo mi papá.

Aguanté todas las ganas de decir algo al respecto y mejor esperé a hablar con Ali por privado.

—Bueno y... hablando de que irán a la misma escuela necesitamos que nos ayuden con la mudanza, ya que viviremos todos juntos en una misma casa; más específicamente en la tuya Derek —habló Lorene mientras sostenía una sonrisa.

—¿La- la mía? —dije casi sin habla por la noticia.

—Sí, la tuya, ¿no les parece grandioso? —dijo abrazando a mi papá.

—Definitivamente —dijo Ali aún con ese raro comportamiento, como si estuviese siendo manipulada.

—Genial, ¿les parece si para celebrar vamos todos por algo de comer a la plaza? —propuso Lorene.

—Nos quedamos —dije antes de que Ali contestara otra tontería.

—Está bien, pero no hagan nada malo — dijo mientras se iba con mi padre.

—No romperemos ni un plato —dije con una sonrisa fingida.

...

—Me podrías decir ¿qué mierda te sucede? —le pregunté a Ali con el ceño fruncido.

—Rápido, No hay mucho tiempo —contestó mientras se dirigía a su recámara.

—¿Tiempo? ¿Para qué? —dije siguiéndola.

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