Capitulo 6

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Allison

Me levanté de la cama teniendo mucha hambre. Solo había desayunado un café que la nana me sirvió, creo que se llamaba Adel. Muy linda la señora, pero la que ocasionó que casi me volaran la cabeza.

A decir verdad yo tenía mucho de culpa, preguntar sobre él y su nombre, son mafiosos y no pensé en el peligro.

Ellos no confían en nadie.

Hoy me dedicaría a buscar mi salida, no tendrá otro día más en esta horrible mansión.

Me acerqué a la orilla de la cama para levantarme y empecé a explorar la habitación cojeando y tomando con mi mano libre el suero para apoyarme.

Había dos puertas en la habitación, elegí la de mi lado derecho y al abrirla me sorprendió ver un grande baño de mármol muy elegante, con un jacuzzi en medio de la habitación y dos regaderas, al igual que dos lavabos. Tome una ducha y seguí con mi exploración.

Salí del baño y entré a la otra habitación que era un armario con ropa para mujer, no estaba del todo lleno pero si lo suficiente para elegir qué ponerme.

Me puse una blusa negra básica para sacarme la horrible pijama de satin rosa, y un pantalón negro holgado para no que no lastimará  en las heridas. Tome unas pantuflas negras, muy cómodas y salí nuevamente a la habitación.

Me acerqué al tocador donde había todo lo necesario para cepillarme el pelo y un poco de maquillaje.

Me senté en la mini sala de la habitación y empecé a ver mis opciones.

1º.-La puerta era habitación era la más obvia de mis salidas y en donde me atraparían primero.

2º.-El balcón tenía la puerta cerrada con llave y al tratar de romper el cerrojo haría mucho ruido.

Y por último vi una pequeña rendija en la la esquina izquierda de la habitación, las "rendijas".

3º.-Usar las rendillas para primero explorarlas y al encontrar la salida, irme.

El perfecto plan.

Admirando mi gran allazco escuché como se abría la puerta de la habitación dando entrada a la nana, una mujer que pasaba de los 50-55 años, pero muy hermosa con sus ojos color miel al igual que su cabello.

—Hola mi niña, ¿dormiste bien?

Asentí.

<<Que bueno mi niña, la comida ya está lista para que bajes al comedor. Comida, eso significaba salir de esta habitación.

¿Cómo no lo pensé antes?

Me levanté de mi asiento y la seguí al salir de la habitación.

Mientras caminamos noté la presencia de dos hombre detrás mío, nos seguían y eso significaba "guardaespaldas".

Al bajar las escaleras uno de los tipos tomó mi suero, mientras que el otro me ofreció su brazo para apoyarse en el, yo claro lo acepté hasta que llegamos al final de la escalera.

Al llegar al comedor mi plato ya estaba servido.

Sin pensar en si contenía veneno o no me lo comí todo en minutos y quedé satisfecha con la comida tan deliciosa, era un espagueti con albóndigas y ensalada.

Al terminar me levanté del asiento para empezar a caminar por la casa, era muy grande y cada cuarto tenía su respectivo baño, por lo que conté eran ocho habitaciones, tres salas gigantes y una con doble altura, dos oficinas y por lo que creo un piso subterráneo para los coches.

En garras de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora