Capitulo 10

2.3K 190 4
                                    

Allison.

Dormida, en mi sueños podía sentir con mis manos unos perfectos pectorales que tomaba como si fueran juguetes presionaba y tocaba.

Un poco más abajo unos cuadritos perfectamente marcados, les tocaba y seguía las perfectas líneas de estos, mis dedos brincaban sobre ellos.

Más abajo la perfecta forma de una "V" la tocaba sin créeme lo que sentía, quería más, conocer más. Mis dedos se deslizaron dentro de un pantalón y antes de tocar lo que me esperaba hay abajo.

Desperté.

Una luz segadora me despertó, era el Sol. Me tallé los ojos y vi la silueta de un hombre a mi lado.

¿Qué pasó ayer?

Enfoque mi vista mejor y vi mejor a aquel hombre que no era más que nada Ray.

¡Qué!

Brinque del susto cayendo de culo al piso, para después arrastrarme hasta el otro lado de la habitación sin creerme lo que veía.

—Y... despertaste.— concluyó suspirando pesadamente.

—Dime por favor que no cogimos.—hablé asustada y sin creer mis propias palabras. Luego me di un rápido repaso y vi que traía el pijama puesto, suspire aliviada— Menos mal no me viste nada.

Él soltó una carcajada sonora como si fuera lo mas gracioso del mundo mis palabras, yo levanté una ceja de no entender nada y luego me miró serio.

—¿Enserio no recuerdas nada?

—Está claro que no.— señale lo obvio.

—Ah. Pues en conclusión adoro tu "yo" borracha.

—¿Qué?

No entendía absolutamente nada.

—Pues cómo te pusiste borracha eras incapaz de valerte por ti misma ayer y te di mi ayuda dándote una ducha, cambiándote y acostandote.

—¿QUÉ QUEEE!

No podía ceeeme lo que había dicho... eso quería decir que me había visto todo. TODO.

No, no, no, no, nooo. ¡Por qué el!

—Si no te preocupes, no me pase de la raya.

Suspire y luego me miró con una sonrisa pícara.

—Pero bonitos senos, jitomate.

—¡EY!— farfullé enojada.

Okey, había perdido completamente mi dignidad.

No tenía ni idea de lo que había pasado ayer pero ya quería suicidarme por todas las imprudencias que había realizado.

Capaz no recuerde nada, pero sé que cometo muchas tonterías estando borracha.

Bueno ahora tenía dos opciones; deprimirme y emborracharme o salir huyendo de la situación.

Puesss... la uno se corre el mismo riesgo de anoche y la dos es más conveniente.

<<Bueno... si me disculpas— me levanté del piso para ir al baño—, saldré para no verte la cara y no pensar en todo lo posible que dije, hice o dije...

—Tranquila princesa, lo que pasó ayer se quedó ayer.

—Gracias.

Corrí rápido al baño y escuché como unos pasos fuertes se acercaban lo cual me apresuré más en cerrar la puerta.

Cuando trate de poner el cerrojo la puerta se abrió de una dando paso al hombre con quien había dormido.

Se acercó a mí rápido y me pegó contra el lavabo dejándome sin salida.

En garras de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora