¿Puedo Confiar En Ti ? [REMASTERIZADA]

Un Nuevo Comienzo

El tiempo en la escuela secundaria "San Ignacio" había comenzado a volar. Darki, Scott y Jennifer se habían convertido en el trío inseparable. Sin embargo, la llegada de un nuevo estudiante estaba a punto de cambiar las dinámicas entre ellos.

Una mañana, al entrar al aula, notaron la presencia de un nuevo compañero. Ricardo, un chico alto y guapo con una sonrisa encantadora, estaba conversando con la maestra. Su cabello oscuro y ojos verdes captaron la atención de todos en la clase, pero especialmente la de Jennifer.

—Buenos días, clase —dijo la maestra—. Este es Ricardo Pérez. Viene de otra ciudad y será su nuevo compañero. Espero que lo reciban con amabilidad.

Jennifer no pudo evitar sonrojarse cuando Ricardo se presentó al grupo. Algo en su mirada y actitud la hizo sentir mariposas en el estómago. Darki notó la reacción de Jennifer y le dio un suave codazo a Scott.

—Parece que a alguien le ha interesado el nuevo —susurró con una sonrisa.

Scott miró a Jennifer, que estaba claramente cautivada por Ricardo. Sintió un pinchazo de celos en su interior, algo que no había experimentado antes. Aunque siempre había sentido un afecto especial por Jennifer, nunca se había atrevido a expresarlo.

Scott había conocido a Jennifer durante el verano anterior, antes de comenzar en "San Ignacio". Habían coincidido en un campamento de verano, donde se hicieron amigos rápidamente. Desde entonces, Scott había desarrollado sentimientos por ella, pero su timidez siempre le impidió decir algo.

Las semanas pasaron y Ricardo se integró rápidamente al grupo. Su carisma y encanto natural hicieron que fuera fácil para él hacerse amigo de todos, especialmente de Jennifer. Darki, siempre el observador, notó cómo la presencia de Ricardo afectaba a Scott.

Un día, durante el recreo, el grupo estaba sentado bajo un árbol en el patio. Ricardo y Jennifer estaban riendo juntos, compartiendo una broma que parecía haberlos unido aún más. Scott, sentado a un lado, intentaba sonreír, pero su incomodidad era evidente.

Darki decidió intervenir, notando la tensión en su amigo.

—Oye, Scott, ¿por qué no vamos a la cafetería a buscar algo de comer? —sugirió, intentando darle una excusa para alejarse un momento.

Scott asintió, agradecido por la oportunidad de escapar.

—Sí, claro, vamos —respondió, levantándose rápidamente.

Mientras caminaban hacia la cafetería, Darki decidió abordar el tema de frente.

—¿Estás bien? —preguntó—. Has estado un poco distante últimamente.

Scott suspiró, sabiendo que no podía seguir ocultando sus sentimientos.

—Es solo que... —comenzó, buscando las palabras adecuadas—. Me gusta Jennifer, y ahora con Ricardo... No sé, siento que no tengo ninguna oportunidad.

Darki puso una mano en el hombro de Scott.

—Mira, no puedes controlar lo que Jennifer siente, pero sí puedes ser honesto con ella y contigo mismo. Si realmente te importa, deberías decirle lo que sientes.

Scott asintió, aunque no estaba seguro de si tendría el valor para hacerlo.

Esa tarde, mientras caminaban de regreso a clase, Scott decidió que debía hablar con Jennifer. No podía seguir viviendo con esa incertidumbre. Se prometió a sí mismo que encontraría el momento adecuado para confesar sus sentimientos.

Esa noche, después de que Darki y Scott se despidieran, Jennifer recibió un mensaje de Ricardo, quien la invitaba a salir el próximo fin de semana. Jennifer, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo, aceptó.

Mientras el sol se ponía sobre Puebla, el trío de amigos se encontraba en un punto de inflexión. La llegada de Ricardo había comenzado a alterar la dinámica del grupo, y los sentimientos ocultos de Scott estaban a punto de salir a la luz. Lo que vendría después pondría a prueba su amistad y los cambiaría para siempre.