Sparks Fly

Capítulo diez. You look like an angel

No tengo idea de cuánto tiempo hemos pasado en este incómodo silencio. Miro a Rose, quien niega con la cabeza mientras habla por teléfono, y siento cómo la ansiedad me envuelve. Elle, a mi lado, no deja de lanzarme miradas juguetonas, incitándome a hacer esa llamada que estoy evitando. La vergüenza me consume.

—Bueno —dice Rose acercándose a nosotras— parece que todo está resuelto. El tema con el jugador no parece ser un problema, y la prensa, sinceramente, no le ha prestado atención al hecho de que compartieron el mismo auto ni notaron que estuvo en el altercado que tuviste.

—¿Y sobre lo otro? —pregunto con cautela, tratando de no desatar su furia.

—Después de hablar con el representante de Ethan, acordamos que también negarán cualquier pelea. No hay fotos ni evidencia en redes hasta ahora, pero algunas personas aseguran haberlos visto juntos.

—Menos mal —suspira Elle.

—Igual estaré al tanto de cualquier actualización y evitaremos que se convierta en un escándalo.

—Gracias, Rose —susurro—. No sé qué haría sin ti.

—Es mi trabajo, Blair —dice ella acercándose más y dándome un abrazo—. Aunque, por favor, evitemos meternos en problemas, especialmente con Ethan Brooks. Ese chico es un dolor de cabeza, no sé cómo su agente lo aguanta.

—¿Por qué? —pregunta Elle.

—Estuvo toda la llamada gritando al fondo, exigiendo cosas —responde la pelirroja con un tono cansado.

Me recuesto en el respaldo de mi sofá; mi mente se inunda de imágenes de Ethan. Conocemos cada rincón de nuestras vidas desde hace tantos años. Siempre quise que fuéramos solo amigos, pero él siempre anheló algo más. No sé en qué momento exacto cambió conmigo, si fue cuando llegó Robert o cuando le dije que no sentía lo mismo por él. Y cuando todo terminó y estaba herida y sola, Ethan volvió a aparecer. Él estuvo ahí para mí, y siempre se lo agradeceré. Aún puedo escuchar cómo me decía que me amaba, y diablos, no sé en qué momento decidí aceptar su propuesta, a pesar de saber que no lo amaba de la misma manera.

La relación con Ethan tomó un giro tan público. Él quería publicar cada cosa que hacíamos, y no estaba mal, solo que en el momento que estaba viviendo, me sentía asfixiada por la intensidad. Pero me dejé llevar, no solo por querer lastimar a Robert, sino también por la presión que sentía al tratar de demostrar que estaba bien. Hasta que llegó ese día en Canadá. Cuando Rob envió ese estúpido mensaje, "esperaba más de ti", fue como un golpe de realidad. La piel se me eriza al recordar cómo estallé en lágrimas encerrándome en el baño y diciéndole a Ethan que ya no podía más, que necesitaba espacio, y sin dar más explicaciones, tomé el primer vuelo para escapar de Canadá.

—¿En qué piensas tanto? —pregunta Rose, rompiendo mis pensamientos.

Hago una falsa sonrisa, pero la sinceridad me gana.

—Me siento culpable por todo el tema con Ethan —suelto.

Elle y Rose intercambian miradas preocupadas.

—¿Qué? Blair, no, ¿por qué? —dice la pelinegra acercándose a mí.

—Porque es mi culpa que actué así, no fui sincera con él, lo dejé de la peor manera.

—Blair, ¿acaso olvidaste las innumerables veces que le dijiste que no querías estar con él? Fue él quien insistía e insistía, tú aceptaste en el momento más vulnerable y siendo honesta con él.

Niego con la cabeza.

—Y no olvides que cuando todo acabó, llamaba para amenazar que iría a hablar con la prensa —gruñe Rose—, y sobre todo cuando te enviaba los mensajes más groseros posibles. ¡Por favor, Blair, él no es una víctima!