Capítulo diecisiete. Jump then fall

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Blair.

He estado esperando unos minutos junto a la puerta trasera, todo el lugar esta envuelto en oscuridad, cuando escucho el sonido de un auto que se acerca y mi teléfono vibra casi al instante con un mensaje que dice "estoy afuera", es Brad. Cuando el sonido del motor se aleja, abro la puerta y ahí está él, envuelto en una chaqueta negra y luciendo unos jeans azules; realmente guapísimo. Le doy una sonrisa y tomo su brazo para guiarlo hacia dentro de la casa.

—Hola, hermosa —susurra cerca de mí. Le devuelvo la sonrisa y enredo mis brazos alrededor de su espalda. Brad se acerca más y me deja un beso en la nariz antes de bajar hacia mis labios, donde su boca encuentra la mía en un suave roce que se transforma a medida que mueve sus labios, siento el cálido roce de su lengua sobre la mía. Aunque cada vez estamos más cerca, sé que es momento de separarnos antes de que alguien despierte.

—Hola, tú —le digo con una sonrisa.

Luego, lo tomo de la mano y antes de entrar por la puerta trasera a la cocina, le hago una seña de silencio. Él asiente con la cabeza, pero su sonrisa no desaparece. Avanzamos con cautela, tratando de hacer el menor ruido posible. Brad intenta hacerse pequeño, pero su imponente estatura lo hace destacar aún más, y verlo intentar pasar desapercibido solo me provoca una risa contenida.

—¿Qué pasa? —me pregunta en un susurro apenas audible.

—Nada, nada —respondo negando con la cabeza.

Continuamos avanzando y finalmente llegamos a la sala de estar. Me doy la vuelta para verlo y siento una extraña emoción, como si estuviera cometiendo una travesura adolescente al llevar al chico del equipo de fútbol a hurtadillas. Pero en este momento, solo quiero volver a besarlo. Me acerco rápidamente y, a pesar de la oscuridad, busco sus labios. Él me toma por la cintura y juega con mi labio inferior antes de profundizar el beso. Mi corazón late tan fuerte que parece que va a salir disparado en cualquier momento. Brad Kinsley, definitivamente, me estás volviendo loca.

—¿Blair? —

Mierda, es papá. Antes de encender la luz, Brad se desliza hacia la pared del pasillo que da a la sala de estar. Aunque técnicamente ya soy una mujer adulta, aún me invade una ligera sensación de nerviosismo. Al final esta es su casa, y la idea de esconder a un hombre de dos metros a probablemente no le parecerá lo mejor.

—Papá— musito, tratando de ocultar mis nervios, mientras observo de reojo a Brad, quien se encuentra pegado a la pared.

—¿Qué estás haciendo despierta a esta hora? Ya casi es medianoche.

—Tenía sed, pero ¿y tú? Deberías ir a descansar, se te ve muy cansado.

—¿Tú crees? Desperté porque creí haber oído algo, iba a llamar a John — responde, pasando la mano por su rostro.

—Qué extraño, no oí nada. Ve a descansar, las bolsas bajo tus ojos son enormes, debes ir a dormir— le digo, intentando convencerlo.

Mi papá se queda en silencio, con la mirada perdida en el vacío. Siento que en cualquier momento va a descubrirnos y pensará que no respeto este lugar. Quizás debería considerar comprar mi propia casa en Pensilvania.

—Bueno, iré a dormir —me dice con una sonrisa—. Pero creo que aprovecharé para tomar un poco de té ya que estás aquí.

Mis nervios están al borde del colapso total. De reojo, percibo a Brad, quien parece estar conteniendo la respiración con la misma intensidad que yo

—Tomar té antes de dormir, no es muy bueno que digamos—le digo, con impaciencia por su partida.

Él reflexiona por un momento en silencio.

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