Capítulo quince: El príncipe

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William Benont...

    En la oscuridad de la habitación, el príncipe dorado sentía que le faltaba el aire. El brazo le escocía con las llamas de Elean. Sus gritos morían en su garganta antes de que salieran, como si alguien tuviera su garganta en sus manos. El veneno viajaba por sus venas y William sentía cómo la vida lo iba dejando poco a poco, dentro de las cuatro paredes de su habitación.

Con tropiezos caminó hasta el baño, donde su visión se nublaba a la luz de la luna. Destellos carmesí marcaban el camino. La sangre salpicó su espejo y su reflejo se encontraba distorsionado. Desató la venda, a lo largo de su brazo se escurría como neblina la marca de Caen.

William se preguntó si dentro de poco moriría.

—No me queda mucho tiempo.

Fue lo único que pudo pronunciar antes de desmayarse en el piso del baño y lo último que vio, fue humo negro.

***

Holaaaa, no me odien por dejarles un capítulo corto, es con mucho amor. Aunque no tanto amor para mi hijo William, porque está sufriendo :(

Siento que eso es lo malo de escribir, porque hasta cierto punto, tienes que hacer sufrir a alguno de tus hijos.

Hoy no hay curiosidad, pero les traigo un adelanto del capítulo dieciséis y oh Dios mío, ¡ya va a ser la ceremonia de los elementos! Así que ya se viene el principio del fin. Para compensar el capítulo corto de hoy, el siguiente será SÚPER largo.

***

Capítulo dieciséis: La ceremonia de los elementos

Adam White...

El día de la ceremonia había llegado y todos estaban ocupados con detalles para la misma. Los sacerdotes entraban a Elean, uno tras otro y aunque Adam intentó encontrar a Selene, ella no se encontraba entre la masa de túnicas blancas. Hasta cierto punto había esperado este día, para verla nuevamente. La última vez que cruzaron palabra, fue con la promesa de que intentaría buscar una forma de curar a William.

El príncipe decía que estaba bien, pero una tragedia tras otra lo seguía y Adam se encontraba preocupado por su amigo. El general Sayu fue un padre para él, inclusive para Adam fue como un tío, aunque no le gustaba expresarlo abiertamente. Poner tantas cosas personales allá fuera, lo hacía sentir vulnerable, así que las resguardaba todas en su corazón. En algún punto de su infancia, William y Adam se llamaban hermanos, aunque fueran completamente distintos en posición y físicamente. En aquel momento algo en el corazón de Adam se movió, porque William le había dado algo que ni siquiera él sabía que quería: lazos, porque, aunque Just lo había adoptado, la amistad formada entre William, Lazlo y la princesa, era lo más cercano que él tenía a una familia.

Nadie podía ver a Belle. Ella se encontraba resguardada entre las paredes de su cuarto. De acuerdo con los sacerdotes, nadie podía verla, más que las personas encargadas de llevar a cabo "la limpieza", la purificación del alma de la princesa, para dejar que los dioses se adueñen de ella cuando llegue el momento.

Adam nunca antes había estado presente en alguna Ceremonia de los Elementos. Ni siquiera había nacido cuando el rey Arthur recibió los elementos. Para él todos los ritos de esta, le eran tan desconocidos como el verdadero origen del mundo. Intentó buscar en libros qué sucedía exactamente, pero no había información al respecto. Al atravesar las puertas a la habitación de Just, se encontró con él tomando una taza de café, su nueva obsesión traída desde Rowm:

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2023 ⏰

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