Bromance | Fang x Buster

7•

Buster se levantaba de a poco, estaba algo somnoliento por no haber podido dormir lo suficiente.

Y aún con todo eso se quedó un momento para observar un zapato tirado en el suelo, gastando más tiempo del que no tenía.
Reviso su teléfono en busca de algún mensaje que todavía no llegaba del asiático, se sentía algo estúpido por estar tan al pendiente suyo, ojalá pudiera borrar el momento en el que lo conoció de su cabeza, o al menos el del mensaje donde lo llamo coqueto.

Que idiota.
   
Bajo las escaleras hasta su sala vacía, seguramente su familia había salido. Encontró una nota sobre la mesa que solo le termino de confirmar lo que pensaba, daba igual, después de todo no es como que se llevarán tan bien.

 
—Maisie, Maisie ¿Por qué no puedes ser más como tú hermana?  —dijo para si mismo.

 
Tomó una botella con agua y se amarró los tenis, correr siempre lo despejaba.

Iba a tomar sus llaves cuando vio una foto familiar, una dónde no aparecía el. Ladeó la cabeza y siguió con su camino.
  
Avanzó un par de cuadras hasta asegurarse de dejar su casa lo más atrás posible y poder detenerse un momento, de nuevo pensaba en Fang, ese chico le había secuestrado la mente o algo. ¡No paraba de pensar en el!
Prefirió quedarse con las ganas de revisar su teléfono, además había dejado su celular en la mesa, no había de otra.

Se quedo descansando en la banca de un parque, observando a lo lejos una escuela. Los recuerdos de su niñez invadieron su mente lentamente, cuando se llevaba bien con su hermana y sus padres no lo presionaban todo el tiempo para que saliera bien en sus exámenes, seguramente sería diferente de no ser por qué les reveló que era gay.

De milagro no lo habían votado de la casa, al menos eran piadosos.

También recordó que Fang tenía un hermano menor ¿Se llevarán bien? Esperaba que sí.
¿Que sería de la vida del chico? ¿Cómo serán sus padres? ¿Tendrá novia? El día que preguntó no tuvo respuesta.

 

Esperaba que no.
 

 
 

 

 

 

 

 
 

Ya en casa, se limitó a limpiar un poco y darse una ducha, así por lo menos tendría tiempo en la mañana.

Aunque realmente ese día no tenía mucho que hacer, probablemente invitaría a algunos amigos a salir o algo. Con suerte Fang aceptaría ir.
Tomó su teléfono para poder escribir un mensaje, sin embargo, estaba algo nervioso, quería sonar amable sin llegar a ser extraño, aunque tampoco quería ser grosero.

Al final solo mando un

"—Hola :)"

Se quedo observando la pantalla esperando impaciente por la respuesta, tal vez la carita había sobrado.
En cuanto lo noto conectado apagó el aparato y se alejó de él, como si de una bomba se tratase. Unos 25 minutos después reunió el valor suficiente y reviso su chat:

 
"—Hola Buster, ¿Cómo estás? Perdón por no haber contestado ayer.

—Fuí a trabajar así que llegue algo cansado

—¿Tienes planes para hoy? Estoy organizando algo con unos amigos aquí en mi casa, por si gustas venir."

  
La idea le llamaba, había sido mucho más fácil de lo que esperaba. Sería genial poder pasar algo de tiempo de verdad con el peliazul, ojalá salgan bien las cosas.

Compraría unas cosas de camino y a ver qué salía.

 

 

Tocó el timbre un par de veces, escuchando el desastre del interior, seguramente habían roto algo por qué había demasiados gritos.

Cuando le abrieron la puerta en lugar de encontrar al chico vio a aquel niño pálido, de nuevo pensó que parecía un fantasma.

  
—Hola, vengo a ver a Fang.

—Hola, en un momento le llamo, espérame —explico—. ¡FANG, TÚ NOVIO TE ESTA BUSCANDO!

   
Y con eso, el pequeño entro de nuevo a la casa. Se hubiera reído de su comportamiento de no ser por qué se supone que no debía hacerlo, igual lo recordaría más tarde y lo haría.

Ja, novios, si claro, como no.

  
De nuevo escucho ruidos, aunque eran algunas risas, también alcanzó a escuchar "¡Gus, deja de decir esas cosas!"

Está vez le saludo en peliazul, estaba algo desalineado, o bueno, su cabello saltaba en distintas direcciones, pero no le quiso tomar mucha importancia.

Buster entro tranquilamente a la casa, no era grande pero tampoco pequeña, diría que bastaba para unas 5 personas. ¿Estarían los padres de Fang en la casa? Quería preguntar, aunque podría ser algo muy raro, hasta para el.

Se sentó en la sala y dejo la bolsa con cosas en la mesita que tenía en frente. No tenía la mínima idea de que hacer, más que quedarse sentado y esperar a que los demás llegarán.

  
—Buster —le llamo su amigo—. ¿Invitaste a alguien?

—No, ¿Por qué lo preguntas?

—Por qué creo que deberías.

—Ah, pues, conozco a unos amigos que están libres hoy ¿Te gustaría que los invite?

—Claro.

El timbre sonó nuevamente, seguramente eran los amigos de Fang.

  
—Iré a abrir, mientras puedes hablarle a esos chicos que me hablas —menciono. El pelinaranja asintió.

  
Conocía a una chica llamada Mandy, era algo gruñona pero divertida si le agradabas, tal vez también podría invitar a Colette, pero está última estaba medio loca.
O Crow, pero con ese no se llevaba tanto.

Estaba tan concentrado en buscar entre sus contactos que no se percató que Fang le estaba hablando.

  
—¡Buster!

—¿Eh? ¿Que pasa?—Reaccióno.

—Te quiero presentar a Janet, mi novia.
 

 

  

 

 

 

Yo:

(Hice un separador¿Que opinan?)