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Fang sentía que le iba a explotar la cabeza, y todavía tenía que prepararse para poder irse a la universidad.

Debería haber elegido otro sitio para invitar a Buster..............¡Buster! ¿Que habrá sido de el?
Lo último que recordaba era que lloro, que el chico los consoló y luego se descontrolo. También que tenía unos bonitos ojos, pero seguramente había sido por qué abuso del alcohol.

¿Debía decirle que no le contará a nadie de lo que le platicó? Probablemente, lo último que quería era tener que aguantar a su madre regañarlo por andar contando sus problemas a gente ajena.

Escuchaba el ruido de la televisión en la planta de abajo, y era buena señal, si su madre seguía en casa todavía era temprano.

En cuanto bajo, se topo con una tranquilidad que resultaba algo extraña y en cierto modo "escalofriante"
Gus estaba sentado en el sofá viendo caricaturas mientras su madre estaba en la cocina, definitivamente algo andaba mal.
Se acercó a su hermano para ver si encontraba algo fuera de lo común, pero solo estaba comiendo un tazón con cereal mientras el perro dormía a su lado.

-¿Pasa algo?

-No.......¿O si?

-No que yo sepa, ¿Quieres cereal?

-Algo anda mal, es demasiado normal.

-¿Que cosa? -pregunto sin despegar los ojos de la pantalla.

-Todo, nunca hay tanta tranquilidad en está casa -menciono sentándose.

-Hum, tal vez ¿Quieres cereal? -repitió.

-¿Que está haciendo mamá?

-Esta con tu novio en la cocina, se quedó a dormir anoche.

-¿Que novio?

-Ya pues, Buster. Mamá me contó que hasta te cargo a la cama y tú le apretaste una nalga -se burló.

-¿¡Que!?

-Era broma lo último, pero el resto es cierto. Si quieres puedes ir a ver por ti mismo para que veas que no miento.

-¿Por qué se quedó?

-Ya era muy tarde y mamá no quería que regresara solo a esas horas, así que lo dejo dormir aquí -explico mientras comía.

-¿Y en dónde durmió?

-Contigo en tú cuarto.

-¡Gus!

-Yo nada más digo......

Fang ya ni siquiera sabía el por qué le seguía preguntando esas cosas a Gus, claramente el pelinaranja había dormido en el sofá.

Al menos eso esperaba.

Escucho como la conversación de su madre y amigo se movía al comedor. Todo le seguía pareciendo raro, esa mujer apenas se dignaba a platicar como una persona normal con alguien.

-Buenos días Fang -le saludo la mayor.

-Buenos días, ¿No deberías estar trabajando? -le cuestionó con cierta molestia.

-Ay Fangie, no seas amargado, hoy voy a entrar tarde.

-¿Y eso?

-Pues pedí permiso y me lo dieron. ¿Quieres panqueques?

Esa amabilidad y tranquilidad en la mujer le inquietaba, casi, no, todo el tiempo estaba corriendo de un lado a otro sin siquiera molestarse en decirles algo.

-Ah.....¿Si?

-No seas así Fangie, soy tú madre.

-Ya te dije que dejaras eso de "Fangie" me llamo Fang. No tengo 7 años.

Bromance | Fang x Buster Donde viven las historias. Descúbrelo ahora