Bromance | Fang x Buster

1•

Fang odiaba la universidad, era terriblemente pesada y llena de examenes. Lo único que quería era acabarla y encontrar un trabajo en otro país.

   

Tenía que estar todo el tiempo estudiando, y está no era la excepción. Se encontraba buscando un libro en la biblioteca, aunque vete a saber dónde estaba.
Se dirigió a preguntar, pero para su infortunio, solo había una maldita copia. Igualmente podía soportarlo, aunque tuviera que pelearse con alguien por ello.

Le dieron las indicaciones para encontrarlo, pero no se le antojaba recorrer el edificio desde el piso uno hasta el 20 ¿tanto les costaba arreglar el ascensor? Había sido un día agotador.

  

 
En cuanto lo encontró tiro de el, pero algo lo detuvo, era una mano más grande. Tiro nuevamente está vez con más fuerza haciendo tambalear un poco el estante, ni siquiera podía ver quién rayos tiraba del otro lado, pero debía ser alguien fuerte.

  
—¡Suelta ese libro!—Le grito a la persona—.

  
—¡Sueltalo tú!—le contesto, era una voz más gruesa, lo hacía sentir que su voz era chillona—.

  
Forcejeo un rato, pero justo cuando lo obtuvo, la estantería le cayó encima.
Se reincorporo lentamente, mientras alguien más levantaba el enorme mueble de madera para sacarlo.

  
—¿Estás bien?—preguntó la misma voz de antes—.

—Eso no te incumbe—bufó. Aunque en realidad agradecía que lo sacará de ahí—.

  
Estaba muy aturdido para poder ver quién era, no recordaba haberlo escuchado o verlo antes. Así que por él momento era un completó misterio......

Se levanto entre tambaleos, mientras fruncía el ceño. Aún adolorido por el golpe, busco el libro, pero la vista no le ayudaba mucho.

   
—¿No quieres que te lleva a la enfermería?—insistío la misma persona de nuevo—.

—¿Que? No, claro que no. No hasta que encuentre a ese libro.

—¿Cuál? ¿El que se acaba de llevar aquella chica?—señaló el chico—.

—¿¡Que!?—exclamó. Y si, una chica ya se lo había llevado—, ¡Ay no!—se quejó—.

    
El misterioso chico lo miro extrañado, era solo un libro. ¿Que tan podía importar?
Seguía en el piso, entre el montón de libros que se habían caído, se le veía notablemente frustrado. Estuvo a punto de decirle algo cuando una voz vieja le llamo la atención.

  
—¡Ustedes!—les regaño las anciana mujer—. ¡Me recogen todo eso!

—¿Que?—se quejo—. Pero si fue el......—señaló al peliazul—.

—¡No me importa quién haya sido! ¡Limpian eso!—dijo antes de irse, parecía que tiraba humo—. ¡Y tú amigo también!

   

Se encogió de hombros, empezando a recoger cada uno de los libros con cuidado de no dañarlos más.

Y finalmente, el peliazul se digno a levantar la mirada, observo al chico. Era pelinaranja, con pecas y piel morena, algo ancho de hombros también. Y sin dudas alto.

  
—Más te vale que recogas todo ésto—soltó de la nada.—

—Ah, si—reacciono, levantando algunos del piso—.

    
   
Levanto nuevamente la miraba, logrando detallar más cosas, usaba gafas, como si estuvieran en pleno verano (aunque en realidad era invierno)
Junto con una chaqueta verdosa a juego con un pantalón del mismo material. Y el pelo rojizo largo algo alborotado.

Sip, en definitiva jamás lo vió en su vida.

   
—¿Podrías dejar de mirarme y ayudarme?—espeto, aún concentrado en los libros—.

—No te estaba mirando—negó—.

—Claro que sí—le contradijo mientras levantaba un montón de los mismos—.

—Que no.

—Que si—replico acomodando un par en la estantería— ¿Crees que no me di cuenta?

—Eso no importa, además
¿Si así fuera que?

—No me gusta.

—Pues perdón florecita.

—¿Eres gay o que?

—¿¡Eh!?

—Que asco—comentó marchandose—.

    

Fang lo miro con odio, reprimiendo las ganas de gritarle todas las barbaridades que se le ocurrieran. ¡Se había marchado como si nada! Lo peor era que todavía había un desastre por todo el piso.

Busco con las manos algo para recoger, pero, ya no había nada, ¡Y apenas recogió tres libros!
El pelinaranja imbecil ese había recogido todo, de una sola vez.

No pudo evitar sorprenderse un poco, pero era mejor para el.
Sin embargo, le hacía falta algo, y la chica se lo había llevado.

Maldecía todo.

Y a ese chico pelinaranja por llamarlo gay. Cosa que ciertamente podría ser cierta, pero no del todo. A fin de cuentas tenía novia, pero tambien le gustaban los hombres.
Si se explica.

   

   

    

   
¿No?