Roier sentía que no tenía mucho por decir, siempre consideró que tanto su personalidad como su vida solo era tranquilidad, no había momentos significativos o momentos decisivos en todos aquellos años, todo era demasiado pleno en él.
Se cruzó de brazos mientras meditaba sobre qué decir, no encontraba algo lo suficientemente interesante para contar.
—En realidad, no sé que decir.—Confesó con una sonrisa apenada.
—Vamos, debe de haber algo. ¿Qué tal te iba en la secundaria? ¿Cómo era tu versión de adolescente?—Cuestionó, mostrando una expresión divertida.
—¡Era horrible! Nada que ver ahora, tenía un corte que parecía de hongo y mi cabello siempre estaba peinado hacía abajo, me corté el fleco varías veces pensando que era buena idea y usaba muchas cosas de color negro, me gustaba delinearme los ojos y en las fotos anuales de la escuela parecía un extraterrestre porque no encajaba con mis grupos.
—No mientas, no puedo imaginarme siquiera que exista una vez que hayas podido verte mal.
—Porque tuviste el honor de conocerme en mi mejor versión, si vieras mis fotos escolares no pensarías lo mismo.—Alegó, totalmente seguro de ello.
Cellbit soltó una carcajada.—Hagamos como que te creo, ¿Qué más puedes contarme de tu adolescencia?
—Me gustaba mucho el dibujo y el arte, aún siguen persistiendo en mí, pero siempre creí que no era lo mío verdaderamente.
—¿Qué estudiaste?
—Artes visuales.—Se cubrió su rostro con sus manos, apenado.
—Artes visuales es una buena carrera, además que haces lo que dices que te gusta, ¿Qué tiene de malo ello?
—¿Acaso no lo ves? Estoy trabajando en una florería en lugar de ejercer mi carrera, ¿Qué tan patético suena eso? Es vergonzoso.
—Por supuesto que no, solo debe de haber una razón detrás de ello.—Alentó, sonriendo.
Roier negó, apenado por su realidad. Siempre pensó que su vida era patética, pero seguía alentándose para sí mismo, era lo único que necesitaba para levantarse y seguir con su vida con normalidad. Tenía un lugar en donde vivir, un trabajo que le gustaba y había conocido buenas personas, entonces ¿Por qué sentía aún pena al contar su versión de los hechos?
—Fue una buena carrera, pero cuando salí al mundo laboral entendí que no era lo mío. Había personas tan talentosas, conseguían fácilmente puestos importantes y gran reconocimiento por sus trabajos, yo no iba a poder competir con ello. Apenas podía solventar mis gastos a lo que me dedicaba, por lo que decidí probar en otras cosas, desde cajero en supermercados, trabajar en almacén, de repartidor, inclusive en el correo, pero ninguno me interesaba lo suficiente hasta que encontré la florería, estaban buscando personal y me postulé sin tener conocimiento alguno sobre las flores o de lo que debía de hacer.
—Pero eso te ayudó, creo que necesitan creatividad para los arreglos y demás, también tenías la experiencia al trato con los clientes, todo ello ayuda mucho.
Asintió.—Totalmente, en los primeros días me sentía extremadamente desorientado y tenía dificultad para armar los arreglos sencillos, pero una de las veces que estaba solo y no había personas alrededor fue cuando decidí probar nuevos arreglos. Mi jefa ya tenía todo contemplado, tenía ya las plantillas para los arreglos, solo era cuestión de elegir las mejores flores y acomodarlo, pero yo quería más de ello. Probablemente me arriesgué a que me corrieran solo por no acatar órdenes, pero al final resultó bien porque le gustó los arreglos que preparé y me dió el visto bueno para ponerlos en exhibición.
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Save my life | Guapoduo
FanfictionDonde Cellbit es abandonado por la mujer con la cual pensaba formar su vida entera en ella, dejándolo a cargo de una bebé recién nacida ; o en dónde Roier, su vecino del departamento 511, lo ayuda a cuidar a su pequeña bebé después de que la primera...