Lost for you. | Theodore Nott.

28. Mundo desmoronando.

Waterhouse estaba guardando las últimas cosas que le quedaban en su mochila para irse mañana de la casa. Todo el día lo ocupo en guardar y en limpiar ya que todo tenía que parecer como si nunca nadie hubiese estado allí y eso fue lo que hicieron.

Su corazón estuvo ilusionado con que Theodore volvería pero su mente le repetía miles de veces que dejara de ser tan ilusa ya que él se había ido y quizás ni siquiera él sabía cuando se volverían a ver.

De todos modos, nunca de había quitado el collar que le regaló para su cumpleaños y la camara que también le obsequió seguía usándola diariamente, al punto de que su abuela creyera que por nada en el mundo iba a soltar esa cámara.

Era de noche y estaba lloviendo mientras guardaba todos sus libros, algunos eran libros antiguos que uso en sus años anteriores de Hogwarts y que ya había leído más de diez veces pero no podía tirarlos, siempre había un pero que se lo impedía y también tenía muchos libros sobre arte y algunas novelas.

Tal vez cuando llegaran a la casa no desempacaria todo por si volvía a ocurrir la situación de tener que cambiar de casa, que a esas alturas todo podía pasar. Hoy escucho Pottervigilancia con Pansy como todas las mañanas pero hoy su mejor amiga hizo brownies para acompañar con sus cafés, fue una mañana algo diferente a lo que acostumbraba a hacer en su rutina.

Siempre que la voz de Lee Jordan comenzaba a decir los que fallecieron en la semana o habían desaparecido a Agnes se le helaba la sangre por miedo de que mencionara alguien que conocía pero de momento no estuvo en esa situación. Por lo que sabía, Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger no fueron encontrados.

Cerro su mochila y se dirigió hacía la cocina para apagar la luces pero vio a su abuela mirando por la ventana con una taza de té y frunció el ceño. Pensó que a esa hora ya estaría dormida.

-¿Que haces, abuela? -Pregunto cuando se acercó a Circe, quien se sobresaltó. -Perdón, no quería asustarte.

-Por merlín, Anastasia.. -Murmuro su abuela. De vez en cuando la llamaba por su segundo nombre. -Me asustaste.

-Disculpame, no pensé que estuvieras tan concentrada. -Comento. -¿Pero en que piensas? Te vi algo distraída hoy.

-Oh, en nada.. -Le restó importancia pero su nieta sabía que había algo detrás de eso. -Había estado pensando en cosas del pasado, nada grave.

-Abuela, no soy tonta. -Comento con una risita. -Sé que algo te pasa.

Circe dudo en si contarle o no pero algo que Narcissa Malfoy hace unos meses le había recomendado fue que tratara de ser lo más sincera posible con Agnes.

-A veces pienso que sigues siendo una niña. -Menciono con un tono un poco melancólico pero se animó a confesarle la verdad. -Pensaba en tu abuelo.

-¿Mí abuelo? -Pregunto confundida Agnes y su abuela asintió. -¿Que pasa con él?

-Solo pensaba que todo sería diferente si estuviera aquí con nosotras.

El cuerpo de Agnes se tenso. Hablar de su abuelo no era un tema de su agrado desde que él había fallecido. Connor Abbott fue la persona la cual se encargó de criarla en una mitad de su infancia hasta que lastimosamente falleció.

-Es difícil sobrevivir a viruela de dragón. -Comento. -Más teniendo en cuenta la edad que tenía en ese momento..

-Sabemos que no iba a poder recuperarse de todas formas. -Interrumpió Circe terminando la frase por ella. -A veces creo que deberías acercarte a Hannah Abbott, prácticamente es tu prima.

Nadie podía creer que Hannah Abbott, la hufflepuff que algunos de su año consideran estúpida por su personalidad, era su prima. No eran familia como tal ya que Connor tuvo un hermano el cual decidió casarse con una muggle y la familia Abbott optó por desheredarlo pero ella seguía siendo sangre pura ya que sus abuelos lo eran y supuestamente su padre, también.