Lost for you. | Theodore Nott.

41. Años después.

4 años después...

Era el año 2002 y los caminos de todos se separaron.

Algunos se seguían viendo, otros ni siquiera sabían nada de la vida de muchos de los que fueron sus amigos. Todos estaban en diferentes lugares, y muchos perdieron el rastro de sus compañeros.

Agnes se encontraba en Francia cumpliendo su sueño. Estaba en el tercer año de la carrera de bellas artes y era de las mejores estudiantes de su universidad. Logro graduarse de Hogwarts con honores y desde entonces su vida la dedico al estudio, sorprendiendo a todos los de su alrededor.

Fue fácil para ella entrar a la universidad más prestigiosa de Francia debido a que su abuela tuvo una amiga sangre pura la cual su hija se había casado con un hijo de muggles y tuvieron una hija la cual no le interesó en absoluto el mundo de la magia y optó por dedicarse al arte. La amiga de su abuela siempre le hablaba a Agnes de su nieta siempre que iba de visita contándole que su nieta era profesora de la universidad y le prometió hablarle a su nieta sobre la pelirroja.

La señora cumplió con su promesa ya que cuando Waterhouse le envío una carta preguntándole si su nieta llamada Katerina aún trabajaba en la universidad, le respondió que si y que incluso la habían ascendido a vicedirectora.

Fue todo un fastidio para ella tener que enviarle una carta por correspondencia muggle ya que le costó entender como podía hacerle llegar la carta pero solo le basto con irse a Francia para enviar la carta, la cual Katerina contesto muy emocionada diciéndole que sabía de su existencia y que estaría encantada de recibirla en la universidad.

Cuando asistió por primera vez a la universidad, la conoció y le comento respecto a todos los requisitos que necesitaba para ser aceptada. Tuvo que presentar millones de papeles en los cuales Katerina ayudo a falsicar los que eran necesarios ya que Agnes no podía ser descubierta que era parte del mundo mágico pero luego de tanto papeleo, fue aceptada en la universidad de sus sueños.

Y no podía ser tan feliz ya que por fin tenía todo lo que alguna vez quiso. Incluso tenía muy buenos amigos de su mismo año los cuales amaba conversar con ellos luego de tantas responsabilidades que tenían en la universidad aunque su favorito era Alex, con quién se encontraba en bebiendo un café en una cafetería bonita de Francia.

Alex era un chico rubio de ojos azules, nacido en Francia pero criado gran parte de su vida en Croacia hasta que descubrió que era gay y al momento de admitirlo delante de su familia, reaccionaron muy mal y decidieron echarlo por lo cual tuvo la dura decisión de volver a su país natal para comenzar desde cero pero ahí conoció su amor al arte gracias a una cita que tuvo con un chico, quien lo llevo a un museo de arte y sintió que tal vez él también podía hacer las increíbles pinturas que había visto. Desde ahí se dedicó en aprender lo más que pudo de arte y a día de hoy desahoga su dolor por el rechazo de su familia en el arte.

Agnes se sentía muy cómoda con él. Admiraba su historia y también a él como persona. Era muy simpático, carismático y social y aunque fueran totalmente opuestos, ella lo adoraba.

-¿Qué tal todo con la cita que tuviste con el chico que te presento tu amiga? -Pregunto Alex emocionado. Siempre se emocionaba más él que la pelirroja cuando ella tenía una cita.

-Mm, bien. -Dijo Waterhouse mientras revolvía su café. -Se podría decir que parece ser un chico muy inteligente y fue muy amable conmigo pero no creo volver a llamarlo. Siento que no pude conectar lo suficientemente con él como yo pensaba que tal vez podría llegar a conectar.

-Por favor Agnes, es tu octava cita en el año y aún me dices que no logras conectar con ninguno. -Mencionó él con una risa. -En mi opinión, estás esperando a conectar con un chico británico.