40. Primer amor.

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Faltaban días para que Agnes volviera a Hogwarts como le había prometido a Theodore.

Ya había comenzado a empacar para organizarse con tiempo. Winter iría con ella ya que no tenía a nadie con quien dejarla y porque le serviría para enviar cartas, le haría bien a su lechuza volver a volar.

Por suerte no estaría sola en Hogwarts ya que Pansy y Valeryn regresarían también. Incluso Parkinson se quedaría en la casa de Waterhouse en los últimos días que tenían libres antes de volver a estudiar, ya que la pelinegra aún no encontraba casa en donde quedarse y quería librarse de estar en la casa de su padre en cuanto antes y la pelirroja siempre estaría para darle una mano, más en sus momentos difíciles.

La pelirroja había estado limpiando toda su casa el día anterior debido a que ese mismo día Pansy se mudaría temporalmente y Draco la ayudaría. Además que tenía la visita de Theodore ya que lo acompañaría a retirar unos análisis que le hicieron a la madre del castaño, la cual se encontraba un poco peor de la viruela de dragón pero los medimagos aún le decían a Nott que mejoraría.

Trataba de estar presente en la vida de Theodore pero había veces en las cuales él no la dejaba estar presente cuando quería ayudar en la enfermedad de su madre, lo cual a Agnes ya le estaba comenzando a molestar y más ahora que no tenía mucho tiempo para estar con él.

Regresar a Hogwarts en parte le emocionaba porque solo debía terminar séptimo año y ya podría ir a la universidad como siempre quiso pero también le aterraba un poco en como podría afectar su relación cuando estén tan lejos el uno del otro.

Era demasiado temprano y los párpados de Agnes se cerraban por si solos por el sueño que tenía pero decidió tomar un café para soportar todo el día. Fue al patio trasero para sentarse allí y leer su correspondencia tranquilamente, hoy solo debía leer una carta pero en ocasiones tenía que leer cartas que sus amigos le enviaban o del ministerio para preguntarle si quería estar presente en diferentes juicios de mortifagos, los cuales en todas las propuestas se negaba rotundamente ya que ella no quería tener nada que ver con ningún mortifago y esperaba que el ministerio tomará consciencia que a los que fueron mortifagos deberían estar en Azkaban sin necesidad de un juicio.

Al sentarse en la mesa abrió la carta y la leyó, era de McGonagall y la razón del porqué le envío la carta fue ya que Agnes le había enviado una hace relativamente poco preguntándole si Pansy, Valeryn y ella podrían ocupar la habitación que siempre fue de las cuatro, contando a Daphne.

La respuesta de la actual directora fue positiva ya que acepto en dejarle esa habitación a las tres y sonrió porque sabía que eso podrían muy felices a sus amigas.

Siempre le pareció extraño que Minerva la tratará con tanto cariño, en sus años en Hogwarts a pesar de que la pelirroja no tenía una reputación digna de admirar por su familia a la profesora le dio igual y en sus clases resaltaba la inteligencia de Waterhouse, cosa que pocos profesores hacían a pesar de ser de las mejores estudiantes.

Dejo de estar tan concentrada en beber su café y en sus pensamientos cuando escucho una voz que conocía muy bien en la sala de estar y por eso agarró el café y la carta para dirigirse allí, en donde se encontró con Theodore esperándola.

-Hola cariño. -Saludó la ojiazul dejando un corto beso en sus labios. -¿Cómo estás? -Pregunto cuando se separó.

-Hola. -Saludo Nott, quien tenía unas increíbles ojeras y lucía muy cansado. -Estoy algo cansado porque me desperté muy temprano. -Miro la carta que su novia tenía en sus manos. -Tienes mucha correspondencia por lo que veo.

-Solo es una carta. -Dijo la pelirroja. -La estaba leyendo antes de que vinieras y me tomé un café.

-Yo también me tomé un café antes de venir.

Lost for you. | Theodore Nott.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora