Después de un trágico accidente, un individuo se encuentra en un lugar oscuro y misterioso. En su encuentro con un ser divino, se le ofrece la oportunidad de renacer en un mundo diferente. Con un deseo inusual, el individuo elige reencarnar como Sup...
Ramiro estaba tranquilamente en su habitación, sumergido en sus pensamientos, cuando la puerta se abrió de golpe. Su madre, con una expresión de urgencia, le pidió que saliera a hacer unas compras rápidas para la cena. Ramiro asintió y se levantó de la cama.
Pasaron diez minutos y Ramiro regresó con las bolsas de la compra en mano. Al salir de la tienda, se encontró en la concurrida calle de siempre. El sol se ocultaba lentamente, tiñendo el cielo de tonos cálidos. Ramiro se detuvo en el cruce de la calle, esperando a que el semáforo le diera paso.
Mientras aguardaba, el ruido del tráfico se mezclaba con los sonidos de la ciudad. En ese momento, el bullicio se vio interrumpido por el sonido inconfundible de un colectivo que se acercaba. Ramiro, preocupado, evaluó la distancia y decidió esperar a que el vehículo pasara antes de cruzar.
Justo cuando el semáforo cambió a verde, permitiéndole avanzar, sintió un empujón repentino desde atrás. Perdió el equilibrio y, en un instante, se encontró en medio de la calle. Sin tiempo para reaccionar, el colectivo se aproximaba a una velocidad aterradora.
La realidad se volvió borrosa mientras Ramiro intentaba comprender lo que acababa de suceder. El sonido del claxon, los gritos de los transeúntes y la visión del colectivo que se acercaba rápidamente conformaban una escena caótica. La colisión fue inevitable.
La vida de Ramiro se apagó en un instante, dejando un vacío en el bullicio urbano. El destino, cruel e impredecible, había interrumpido su día común con una tragedia que nadie podría haber anticipado.
Ramiro, después de ese trágico incidente en la calle, se encontró en un lugar oscuro y vacío. La ausencia de luz era total, pero de repente, una figura similar a él apareció en la oscuridad. Era el Dios Ramiro, un ser que parecia ser de oscuridad. Ramiro del universo 501 miró con sorpresa y confusión a este otro ser idéntico a él.
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Renacerius: ¡Saludos, Ramiro del universo 501! Soy el Ramiro pero puedes decirme Renacerius , proveniente del universo 2311.
Ramiro del universo 501: ¿Universos? ¿Dios Ramiro? Esto es... ¿real?
Renacerius: Tan real como tu existencia. Aquí en el multiverso, existen innumerables versiones de nosotros mismos. Yo fui convocado para realizar pruebas divinas y eventualmente ascendí a la posición de un dios divino.
Ramiro del universo 501: (asombrado) ¿Un multiverso de Ramiros?
Renacerius: Sí, exactamente. Pero dejemos las explicaciones para después. Tengo una oferta para ti, Ramiro del universo 501. Puedes elegir entre volver a la vida en cualquier mundo o alcanzar la paz eterna.
Ramiro del universo 501: (decidido) Quiero volver a la vida. Pero, ¿cómo? ¿Y en qué mundo?
Renacerius: Es simple. Elije el mundo y la forma en la que quieres regresar. Por ejemplo, puedes regresar como Super Buu en el universo de Dragon Ball.
