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Jimin estaba realmente nervioso,
llevaba ya más de una hora en
aquel sitio y sentía sus manos
sudar.

Mirando de reojo todo lo que tenía
organizado en el viejo lugar, se
quedó viendo la entrada esperando
con ansias a esa personita.

»¿Dónde está...? Se supone que ya
debería haber llegado, Félix ya
debió haberle dicho.

Mordió su labio inferior en ansias,
sonriendo de lado cuando a los
segundos escuchó una voz a lo lejos
llamarlo.

-¿Jiminie?

-¡Por acá!-se apresuró en
responder, ocultando su mano
derecha con una cajita tras su
espalda. Y Jimin solo pudo sonreír
bonito cuando lo vio, un poco
perdido ante tantos recuerdo y
con sus ojitos brillando
al ver la decoración-Hola, mi
amor-Saludó inocentemente al
castañito.

-U-uh... Minnie, ¿Qué es... esto?
-preguntó bajito, acercándose a
su novio, mirando impresionado su
alrededor.

-Solo un bonito... jardín-abrazó
por la cintura a Jungkook apenas
lo tuvo enfrente con su brazo
izauierdo. ambos quedando cara a
cara, sus rostros quedando a unos
pocos milímetros de distancia-
¿No te gusta?-ladeó un poco su
cabeza, haciendo un puchero.

Jungkook sonrió conmovido,
admirando lo que su pareja había
hecho. Aquel viejo jardín, en el cual
tenía recuerdos bastante bonitos,
seguía lleno de vida, aún cuando
aquella escuelita fue abandonada
hace un poco más de un año, tenía
tulipanes de diversos colores, rosas,
girasoles, peonías blancas y rosas,
Jungkook hasta podía creer que viajó
años atrás, el lugar se venía intacto.

Siendo eso de las seis de la
tarde, las pequeñas lucecitas que
decoraban el jardín lo hacían ver
más de ensueño, en el centro del
pensil había una tela ancha y larga
de color azul cielo en el piso, con
vino, dos copas de vidrio, una
pizza y un tarro de helado con sus
recipientes encima.

Cuando sintió a Jimin separarse
unos pocos pasos de él, salió de sus
pensamientos y miró con amor al
contrario.

-Hace catorce años...-comenzó
bajito el rubio- te hice una
promesa en este mismo lugar,
¿Recuerdas, Kook? -sonrió
nostálgico.

Jungkook solo lo miró, sintiendo
sus ojitos aguados.

-Te prometí ser un príncipe solo
para estar junto a ti... y yo quiero
cumplirlo. Quiero vivir una vida
contigo, con el único príncipe
que aceptaría acompañar hasta
el día de mi muerte-miró al
menor con suavidad-quiero
seguir amándote, cuidándote,
protegiéndote tal y como mereces,
como un príncipe como tú merece,
mi amor.

Jungkook sintió su corazón palpitar
con rapidez, mirando pasmado como
su novio se colocaba de rodillas,
mientras seguía hablando.

-Quiero seguir admirando y
amando las imperfecciones que te
hacen más perfectos, tus hermosos
ojos cafés, tu piel tan brillante y
delicada como la porcelana, tus
deliciosos labios, el corazón tan
puro y amoroso que tienes, todo de
tu ser, Kook, quiero admirarlo toda
mi vida-tragó antes de seguir-.
He estado enamorado de ti hace
tanto tiempo que no me importa
si apenas tengo veinte años, yo
solo sé que quiero estar contigo.
Antes de conocerte, no creía en
los cuentos de hadas, pero tú
me hiciste vivir en uno, uno muy
hermoso y uno al que no quiero
colocarle un final, quiero seguir
soñando junto a ti, Kook -sonrió
nervioso, alzando su mano derecha
hacia el ojicafel, mostrando una
cajita de terciopelo color vino, un
bonito anillo quedando a la vista
cuando abrió la misma, finalizando
lo que quería decir-. Por eso,
amor, quiero saber... si me darías el
honor de acompañarte todo lo que
nos reste de vida.

Jungkook soltó un sollozo cuando
Jimin hizo la pregunta de manera
delicada.

-¿Quisieras... casarte conmigo,
Kook?

Sin pensarlo, el ojicafe asintió
rápidamente mientras se abrazó a
su pareja, llenándole la carita de
besitos muy feliz, soltando una baja
risa entre lágrimas cuando Jimin le
colocó el anillo. Cayendo abrazados
en la tela azul, la comida echa a un
lado, ambos enamorados se veían
con brillos en los ojos.

-Jiminie... -Jungkook llevó su mano
a la mejilla del rubio, acariciando la
misma con parsimonia-Te amo.
-Susurró tímido y con amor.

Jimin sonrió tranquilo, cerrando
sus ojos mientras acercaba su
rostro al del menor, rozando sus
belfos con los contrarios al hablar.

~Yo te amo más, mi lindo príncipe.

Soltando una risita avergonzada,
Jungkook cortó la distancia y junto
sus labios con los de su ahora
prometido, comenzando una suave
danza con los mismos, las manos
de Jimin apretando poquito su
cintura, apegándolo más a él.

Ambos con los ojos cerrados,
moviendo delicadamente sus
cabezas, con sus corazones
palpitando rápido de la emoción y
la felicidad que los embarcaba.

Estaban en paz, estaban bien,
estaban juntos.

Como debía ser.

Como siempre estuvo destinado a
ser.

Mi lindo príncipe Kook, eres lo más
hermoso que he llegado a conocer
y tener en mi vida. Te amo, mucho,
mucho, mi amor.

-FIN.

prince jeon 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora