𝐒𝐈𝐑𝐄𝐍 ✧ INUYASHA.

⁴⁰❛ paradise ❜

﹟❐𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 ⨟40
⎙┇❝ paraíso ❞.┇

—¿ Y cómo te fue el fin de semana?

—Espantoso. Mis padres me castigaron por bajar mi rendimiento, lo bueno es que no estarán aquí para cuidar que cumpla mi castigo. —suspiró la pelirosa dando un vistazo a Sango, que estaba frente a ella.

Tan pronto como tocó la época actual se volvió a pintar el pelo de su color favorito, rosa. No le fue muy bien que digamos en la celebración navideña, sus padres atacaron a Bankotsu con preguntas vergonzosas que él no dudó en responder, eso lo hizo mucho más vergonzoso.

—Que mal, lo siento por ti. Te estamos reteniendo mucho. —se disculpó Sango mientras acariciaba a Kirara.

—No te disculpes, prefiero dejar las cosas resueltas para que no la pasen tan mal. —suspiró Nyx.

Aome e Inuyasha estaban en la época de la mencionada, el pobre híbrido había destrozado la nueva bicicleta de Aome por lo que regresó a su época para tratar de repararla.

—¿Y que ha pasado? Miroku y tú tienen cicatrices. —Nyx recordó al monje quien había salido unos minutos atrás.

—Tuvimos unos problemas con ratas demonio, Kohaku fue el culpable. Sé que Naraku lo manipula, pero sigue siendo algo imperdonable.

—No lo culpes, Sango. Y tampoco te culpes a ti misma, sabes que en este lugar luchas o mueres, incluso si Kohaku estuviera bien, en algún punto de su vida, habría tenido que matar a alguien. —razonó la más joven. —Mira... —murmuró lo último mostrando un fragmento blanco resplandeciente.

—Eso es-

—Sí, es el fragmento de Bankotsu, sé que vamos a necesitarlo.

—¿Cómo se supone que está vivo entonces? —exclamó con sorpresa mientras bajaba a Kirara de sus piernas.

—Le dí un poco de mi sangre, también le dejé unas cuantas muestras, aunque estár tanto tiempo en la clínica sacándola fue agotador.

Sango asintió, estaba casi desesperada por salvar a su hermano, pero sabía de antemano que sin la perla Kohaku era solo un cadáver vacío.

—¡Oh, cambiando de tema! —exclamó Sango repentinamente, tratando de disipar su melancolía. —El joven Koga vino ayer.

—¿Eh? Koga... creo que no lo veo desde hace un mes. —comentó Nyx con sorpresa.

—Nos dijo que fue difícil encontrarnos. Además se molestó porque no estabas, trajo flores, pero Inuyasha las desapareció. También dijo que tenía algo preparado para ti, que estaría listo para el momento que desearas. —avisó ella.

—Oh... supongo que debería visitarlo alguna vez, pero estamos muy lejos de su guardia, me tomaría al menos dos días llegar allá. —suspiró. —Lo que quiero ahora es ir a ver a Rin, hace casi un mes que no la veo y quiero que sepa que sigo aquí.

—¿Irás después de que llegue Aome o antes?

—Iré ahora, cuando estemos todos juntos no tendré tiempo de nada. Así que iré a buscarla.

Sango asintió mientras que Miroku se presentaba por la puerta de la pequeña finca, lucía un poco cansado, al parecer había ido a conseguir algo de abrigo pues la constante batalla no les dejaba ni siquiera tenían cosas básicas además de lo que sus compañeras del futuro llevaban.

—¡Vuelvo mañana por la tarde! —exclama Nyx sacudiendo su mano en despedida, riendo por la expresión confundida de Miroku, que le resultaba graciosa.

Aún así se dirigió hacia la dirección que suponía estaba Sesshomaru y su pequeña Rin. Conocía los lugares que frecuentaba el demonio así que pensaba que no sería muy difícil encontrarlo.
Con la seguridad de encontrar a Rin y con una espada en la mano, Nyx se adentró al bosque tranquilo, que a pesar de ser frondoso no le parecía intimidante o tenebroso como los pintaban las películas de terror, aunque fácilmente podría quedar envuelta en uno de eso cortometrajes que causaban el miedo de muchos, por la cantidad de seres que no dudarían en atacar.