𝐖𝐈𝐓𝐇𝐎𝐔𝐓 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

CAPÍTULO 1
"DIVERGENTE"

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Edificios que a poco a poco caían en sus ruinas. Una inmensidad de verde que generación tras generación veía cómo la humanidad que había logrado surgir luego de la guerra.

Cada uno de ellos tenía suerte de estar en la ciudad... o al menos eso creían.

La guerra fue devastadora y el resto del mundo se había recudido a cenizas, pero ellos encontraron la manera de continuar dentro del mundo que los fundadores construyeron. Y los dividieron en cinco grupos. Facciones, para conservar la paz.

Los inteligentes, los que valoran el conocimiento y la lógica están en Erudición. Lo saben todo.

Los de Cordialidad cosechan la tierra. Para ellos todo es bondad y armonía, siempre están felices.

Los de Verdad valoran la honestidad y el orden; dicen la verdad, aunque algunos no lo quieran.

Osadía. Los protectores, soldados y la policía. Valientes, temerarios y libres pero locos para muchos, aunque en cierta manera lo estaban.

Y finalmente Abnegación. Para otras facciones son conocidos como "estirados", pero en realidad llevan vidas simples y desinteresadas con el objetivo de ayudar a otros. Su dedicación es un don, que incluso beneficia a las personas que no tienen facción, a pesar del rechazo de los demás.

Todos pertenecen a un lugar. Una facción. El lugar que te da identidad... aunque no siempre es así para todos.

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El cabello de Beatrice Prior caía bailando lentamente por el lugar mientras su madre organizaba su cabellera par el día tan esperado. Ella y toda su familia vivían en Abnegación, pero el momento en que harían la prueba que les diría a qué facción pertenecerían el resto de sus vidas finalmente tocaba la puerta de la familia, y eso le aterraba a Beatrice.

—¿Nerviosa?

La rubia negó para su madre, quien abrió el lugar donde el espejo de la casa se encontraba pero el cual utilizaban muy poco. La vanidad no era algo que Abnegación incentivara.

—¿Tú lo estabas el día de tu prueba?

—No —aseguró su madre—. Estaba aterrada.

La respuesta de la madre de la chica, Natalie Prior, ocasionó una sonrisa para ambas que compartieron algunos segundos.

—Pero no tenía razón para estarlo, y tú tampoco —acercándose y arreglando uno de sus mechones en desorden observó a su hija y dejó un beso en su frente luego—. Con eso tienes —mencionó antes cerrar el lugar del espejo—, reglas son reglas —sonrió.

Beatrice tenía demasiados nervios sobre su prueba, no quería que el resultado le dijera que debía dejar Abnegación, a su familia; pero mucho menos quería quedarse allí para siempre.

No era su lugar.

—Si hubiera sido ciega o no tuviera manos, ¿la hubieras ayudado? —su hermano Caleb interrogaba a Beatrice poco después cuando se dirigían a la prueba.

—Pensaba ayudarla —aclaró la rubia.

Antes se habían cruzado con una mujer mayor que llevaba varias bolsas, Caleb corrió a tomarlas, pero para su hermana no era tan instintiva aquella acción.

—No es tan difícil.

—Para ti, tal vez.

—Relájate Beatrice, confía en la prueba.