— ¡Tui! ¡Tui! ¡Despierta, por favor! – Se escuchó a lo lejos una voz proveniente de, seguramente, un niño.
— Dios Shui, esto ha ido muy lejos... Despierta, maldita sea... – Bonnie trataba de mantener la calma, pero el hecho de que su mejor amigo esté tirado en el piso, con un monron de flores a su alrededor y sin despertar, no lo estaba ayudando nada.
— ¡Tui! – Stan movía con desesperación el cuerpo de Shui, pero no parecía funcionar. Sus lágrimas tampoco lo ayudaban.
— Stan, Stan... Tranquilo... Vamos, vé a tomar un vaso de agua. Shui todavía está con nosotros, ¿ves? Mira como lentamente su pecho sube y baja... Sólo está muy dormido... – Tomó de la mano a Stan y lo llevó a la cocina.
— ¿Por qué Tui tiene la boca llena de sangre, y hay tantas fodes a su alrededor...? – Secaba desesperadamente sus lágrimas.
— Tu hermano está... Muy enfermo... – Sirvió un vaso de agua y se lo entregó al niño, seguido a eso secó las lágrimas delicadamente.
— Tui me habló... Pero... ¿Eso significa que puede llegar a morir? – Miró a Bonnie a los ojos.
El mayor lo miró a los ojos y mordió su labio inferior. Sintió sus ojos llenarse de lágrimas y su corazón estrujarse. No pensaba darle esa respuesta al niño. Ese chico que yacía tirado en el piso era la única familia que el niño tenía.
— Si eso llega a pasar, tú sabes que en mi casa siempre serás bienvenido, Stan. – Hizo lo posible por no soltar lágrimas, sonriéndole débilmente a Stan.
Stan lo miró a los ojos y luego dirigió su mirada a su hermano. Rápidamente una sonrisa apareció en su rostro y corrió a él. — ¡Tui!
— U-Ugh... – Tosió un poco y se sentó lentamente en el piso. Parpadeó un par de veces para saber donde estaba, pues había dormido bastante bien a pesar de haber estado toda la noche tosiendo pétalos y flores.
— ¡Tui! ¡'tas vivo! – Abrazó con mucha fuerza a su hermano por el pecho.
— Uh... – Colocó una mano sobre la espalda de su hermano y miró a su alrededor. — Mierda... Tenía sueño... ¿Qué pasó, Stan?
— ¡No despedtabas! Creí que te habías muerto... – Lo miró a los ojos y volví a soltar lágrimas.
Shui se quedó quieto y en silencio. Apenas despertaba, pero ver a su hermano llorar, por su culpa, lo hacía sentir mal. Sabía que en cualquier momento se iría, lo dejaría sólo.
Bonnie se acercó a Shui y soltó un suspiro de alivio al verlo vivo, pero tenía que ir preparandose mentalmente para dejarlo ir.
— Lo siento, Stan... Lamento mucho haberte dado ese susto... – Abrazó con fuerza a su hermano en lo que comenzaba a llorar en su hombro. Le dolía la situación, y más que nada el hecho de dejarlo sólo.
Pasaron par de minutos ahí, en silencio, abrazados los dos. El mayor lloraba, torturándose mentalmente por decidir dejar sólo a su hermano menor.
— No fuiste a la escuela, Stan... – Se separó del abrazo ya un poco más tranquilo. Se secó las lágrimas y miró a Bonnie. — Hola Bonnie...
El mejor amigo lo vió tranquilamente sin hablar, pues acababa de terminar de llorar y su voz no salía.
— No... Me asusté mucho al vedte tirado ahí y estuve hodas intentando despedtate, y que no lo hicieras me asustó aún más... Asi que llamé a Bonnie... – Shui secó las lágrimas de su hermano menor.
— Tal como papá te enseñó, bien hecho. – Le sonrió a su hermano y depositó un beso en la frente. — Gracias por venir, Bonnie...
— No hay de qué... No nos asustes así la próxima vez... – Cruzó de brazos Bonnie.
— No sé si habrá próxima vez... – Bajó la cabeza y en un tono de susurro habló, soltando una risa al final.
Bonnie solamente lo fulminó con la mirada y segundo frunció el ceño. No le gustó para nada eso, a pesar de que era verdad.
— Iré al baño... No sé ni qué hora es, pero hay plata en la alacena, vayan a almorzar algo.
Shui sin muchas ganas se paró y débilmente subió las escaleras para dirigirse al baño.
— Mierda. – Se miró al espejo. Toda la boca y cuello manchados de sangre. Pétalos por todo este. — Esto es un desastre... Esta semana no la termino. – Se sacó la ropa y se metió a la ducha.
En lo que el dueño de la casa se duchaba, Bonnie y Stan salieron a almorzar tal como Shui les había dicho.
Luego de una media hora, Shui salió de la ducha. Durante esta no faltaron los pétalos y la sangre provenientes de los pulmones.
— Me duele toda la garganta... – Decidió verse la garganta en el espejo para encontrarse con el tallo de la flor. — ¿Qué?
Se volvió a mirar en el espejo y confirmó que tenía, en su garganta, una lavanda a nada de crecer. Y era una flor entera.
Su rostro se palidizo. Se sintió descompuesto y volvió a vomitar. Vomitar flores. Pétalos. Lo que llevaba hace un mes vomitando.
Luego de ello se limpió nuevamente y salió para vestirse, luego bajó y se encontró con su hermano dormido sobre el sillón y Bonnie, tecleando en el celular.
— Bonnie, tenemos que hablar. – Se paró frente a este y metió sus manos en los bolsillos, mirando fijamente a su mejor amigo.
— Mientras no digas idioteces como las que dijiste recién, te escucho. – Se notaba el enojo en su voz, pero de todas formas se giró a verlo, dejando de lado su celular.
— Tengo un maldito tallo de lavanda creciendo en mi garganta.
Bonnie se quedó mirándolo por unos segundos. — ¿Qué? – Se paró de la silla y lo miró. — Abre la boca. — Shui hizo tal como su amigo le indicó y este prendió la linterna de su celular y vió dentro de la boca de este, para visualizar un tallo color verde en la garganta. — Mierda...
Luego los dos quedaron en silencio. Bonnie no quería ni pensar en lo que se venía, mientras que Shui estaba en blanco.
— Adopten a Stan.
— ¿Qué?
— Que adopten a Stan. No sé cuanto tiempo me queda, pero no paso de esta semana. – Lo miró.
— Pero... ¿por qué no te operas? – Preguntó tratando de salvarlo, literalmente.
— ¿De qué sirve? Es decir... ¿De qué sirve vivir en una vida que absolutamente nada te da emoción? – Arqueó una ceja para su mejor amigo.
— Pero sigues vivo.
— Sin emoción. – Habló casi con obviedad.
— ¿Prefieres morir, por un estúpido amor adolescente que no te corresponde, a ver crecer a tu hermano? – Mencionó molesto.
— Este "estúpido" amor adolescente me está matando, Bonnie. – Trató de mantener la calma. — Y sí, es egoísta hacerlo, pero ¿de qué le sirve a ese niño tener un hermano que no siente emoción por nada? Él la va a sufrir. Él la va a pasar mal, en cambio, a mi no me importará, absolutamente nada. – Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. — ¿Tú de verdad me crees capaz de no querer ver a mi única familia crecer, y ser alguien en la vida?
Bonnie quedó callado, tenía un punto. Nervioso y ansioso por la situación, comenzó a caminar por la cocina.
— Quiero... Ir a la escuela mañana. Me gustaría... Verla por última vez. De paso saludar a Cale.
— Pero... ¿A partir de mañana no irás más?
Negó con la cabeza. — No iré más... Tengo la deducción de que... No duraré lo suficiente para llegar al fin de semana.
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one shots largos/cortos ns de Naly y shui
Fantasyoc x oc subo esto pq no sé dibujar y necesito saciar mis ganas de hacer rol