one shots largos/cortos ns de Naly y shui

4. Mejores Amigos. pt.4

El sábado llegó. Un día frío, pero poco le importó al par de enamorados, quienes se dirigían al lugar que habían acordado. Shui iba con media hora de adelanto, le ganaron los nervios, y Naly todavía no salía de casa, pero por suerte aún era temprano.

— Ah dios, es muy temprano... Y el día está terrible, va a terminar lloviendo... – Miró el cielo, caminando a donde habían acordado.

A los pocos minutos llegó, exactamente a las 17:45hs. Miró a todos lados, y definitivamente Naly aún no había llegado. Mejor, así tomaba esos 15min extras para relajarse y aclarar su mente.

— ¿Para qué traje la guitarra?... Ah, se me olvidó qué le iba a cantar, maldita sea... – Se removió nervioso en el lugar, leyendo su cuadernito con canciones y letras. Se detuvo leyendo una de sus canciones. — Oh... Si sale bien hoy... Esta canción será la próxima que le cantaré. – Sonrió con sus mejillas carmesí.

Una mano ajena tocó el hombro de Shui, con la intención de asustarlo, cosa que logró. La causante sólo rió al ver la expresión de susto del chico.

— Naly... – La miró a los ojos al darse cuenta que ella fue la causante de su susto, él simplemente sonrió con amor y le revolvió el pelo. — Me hiciste esperar.

— Quizás tú llegaste muy temprano. – Le sonrió amablemente Naly, riendo con ternura ante el gesto del chico. Decidió tomarlo de la mano. — Vayamos a comer para que el clima no esté tan tenso, ¿bien?

— Sí, de verdad prefiero eso. Es... Demasiado importante lo que necesito decirte. – Miró de reojo sus manos, acaricia do los nudillos de las manos de su chica y encaminándose hacia una cafetería.

— No eres el único. También es importante lo que tengo que decirte. – Habló animadamente Naly, pegándose más a Shui.

— Por cierto. El día tiene muchas probabilidades de empeorar, ¿trajiste abrigo? Estás algo desabrigada... – Naly llevaba puesto un precioso overol formal, con una cola que caía de color negro. De arriba una camisa camisa manga larga de color gris. Llevaba puestos unos borcegos y medias, por el frío.

— Oh, no te preocupes. No tengo frío. – Le sonrió amablemente entrando a la cafetería, aún tomada de la mano con Shui.

Shui la miró con los ojos entrecerrados, preocupado.

— Bien... – Se detuvo buscando lugar, encontrando uno cerca de la ventana. Tomó fuerte de la mano a Naly y la miró. — Ahí hay un lugar. Está justo apartado de todos y al lado de la ventana. Perfecto para que podamos hablar sin problemas. – Estaba ansioso. Quería contarle inmediatamente sus sentimientos, pero necesitaba esperar.

— Ooh... Sí, me encanta. – Sonrió ampliamente dirigiéndose al lugar para después sentarse, y Shui frente a ella. — Adoro esta cafetería. Es muy rico todo lo que venden.

La miró unos segundos y le sonrió, viendo el menú. — ¿Qué piensas pedirte?

— Me pediré unos cupcakes con un café. – Movía sus piernas feliz, mirando a Shui. Estaba demás decir que le encantaba la belleza de Shui. — ¿Tú qué te vas a pedir?

— Voy a comprar un pedazo de cheesecake para ambos, y me voy a pedir un frapucchino. – Su voz era serena mientras leía la carta, había notado como Naly lo miraba. ¿Acaso podría él tener oportunidad con ella?

— ¡Me encanta el cheesecake! – Sus ojos brillaron y le sonrió ampliamente. Él la miró dejando la carta de lado y asintió con la cabeza.

— Por eso lo voy a pedir, Naly. – La miró a los ojos y le sonrió, de esas sonrisas enamoradas.

— Buenas tardes, jóvenes, ¿ya tienen su pedido? – Preguntó el mozo.