Pesadilla

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La explicación de Abigail había despertado dudas en Steve pero éste no cuestiono a su amiga e hizo caso en todas las lecciones que ella le enseño, era un hábil aprendiz y muy dedicado a su deber, en poco tiempo el capitán era capaz de seguirle el ritmo a Abigail aunque cabe destacar que ella nunca utilizó el máximo de su poder contra él, ella aumentaba su energía de a poco cada que veía que él estaba preparado y podría enfrentarla sin causarle un daño considerable.
La gira del capitán américa continuaba y aumentando a eso los cortometrajes que realizaba Steve no podía evitar sentirse atado de manos cada que veía las noticias que se traían desde el frente, aunque el entrenamiento mantenía a distraído... apenas.
-¡Vamos cambia esa cara! Hoy no vas a estar frente a civiles sino con tus compatriotas, soldados. Deberías estar emocionado.
-No lo sé Abi, no son niños que se entretienen o emocionan con facilidad. Ellos han visto la cruda realidad de lo que está sucediendo y creo que lo que menos quieren ver es a alguien que pretende ser uno de ellos sin exponerse al peligro.
-Eso no lo sabemos, tu eres un símbolo -dijo entregándole el escudo a Steve -Representas la esperanza de la nación.
-¿Te has aprendido el dialogo no?
-Es imposible no hacerlo después de escucharlo más de 10 veces - Abigail trataba de ser graciosa, de darle ánimos pero al parecer solo lo hacía sentirse mal. -Steve, mírame - tomo el antifaz del traje del capitán y lo alisó en sus manos - Sé que esta no era tu idea y quieres algo más... diferente. Pero piensa que este es solo un paso más que debes dar, hoy técnicamente estamos en el frente, solo nos faltan unos cuantos pasos más, demuéstrales que vales.
-Eres muy amable, tú no tenías por qué quedarte conmigo, tú fácilmente podrías estar ahí, tus habilidades te harían terminar con esto rápidamente.
Ella le sonrió dulcemente -Ahí no es donde me necesitan -Puso el antifaz sobre el rostro de Steve y besó su mejilla - El público te espera.
Steve no sentía una atracción amorosa hacia Abigail pero al no estar acostumbrado a las muestras de afecto quedó algo aturdido; sonrió y armado de valor subió al escenario.
El público, como Steve lo predijo no sentía empatía por él, no los entretenía y por supuesto no les inspiraba nada; lo sacaron del estrado pidiendo que las bailarinas tomaran su lugar. Decepcionado y alicaído fue a buscar a Abigail, había algo en ella que lo reconfortaba pero no sabía que era, si su sonrisa o esa vivacidad en sus ojos, parecía que en algún momento de su vida había sufrido tal como a él le había sucedido pero ella había sabido como quitar esa adversidad de su camino, sonreír ante la tempestad y contagiar a los que la rodeaban de esa misma energía; era en pocas palabras, un espíritu libre. Pero al bajar no había rastros de ella, en su lugar había una nota escrita en su cuaderno que decía "He encontrado a una amiga, necesita hablar conmigo. Regreso pronto."
-Tiene que ser una muy buena amiga y tener una buena razón para irse, ella no lo haría si no fuera así.
Steve tomó el cuaderno y se sentó a mirar caer la lluvia, después de unos minutos empezó a garabatear en la libreta plasmando en ella el cómo se sentía. Un mono vestido en su atuendo montando un monociclo.
Cuando el boceto estaba terminado escucho pasos tras él pero no quiso girarse pensando que era el ayudante del senador, luego escucho cuchicheos, 2 mujeres hablaban entre susurros, pensó que eran unas de las coristas y se limitó a seguir garabateando, no tenía humor de ver a nadie.
-Hola Steve -dijo una voz femenina a sus espaldas, no era la de Abigail pero la reconocía.
-Hola -se giró rápidamente para ver a la agente Carter - ¿Qué estás haciendo aquí?
-Oficialmente no estoy aquí - ella acomodo su abrigo y se sentó en un barril que había cerca, al hacerlo dejó libre la visión detrás de ella y Steve vio a Abigail quien le sonrió y se despidió con un gesto de su mano. -Asombrosa función - dijo la agente Carter haciendo alusión a lo que había sucedido en el estrado.
-Sí - contesto avergonzado girando su cabeza para ocultar su mirada de la de ella -Tuve que improvisar un poco. El público en general es más... infantil -soltó la última palabra sintiéndose abatido.
-Eres la nueva esperanza de américa. -La voz de la agente era tranquila y amigable, quería hacerle un cumplido a aquel joven.
-Los bonos se venden 10% más. -contesto sarcásticamente.
-¿Estas citando al senador Brandt? -preguntó Carter, el senador Brandt fue quién ofrecio a Steve el trabajar como el capitán américa, incentivando a las masas a comprar bonos para municiones y armamento.
-Me puso a hacer algo. Phillips me habría dejado en el laboratorio.
-¿Solo existen esas 2 alternativas? ¿Un conejillo de indias o un mono bailarín?- Steve la miró sin entender al parecer ella y Abigail se habían puesto de acuerdo en la situación, pues ambas insistían en que su situación era momentánea. - Naciste para ser más que esto ¿sabes? - No quería faltarle al respeto a ella, pero en su situación Steve estaba cansado de escuchar lo mismo y no saber qué más podría hacer - ¿Qué? - pregunto ella al ver que perdía la atención del capitán.
-Durante mucho tiempo había soñado con venir aquí y pelear en el frente, servir a mi país... Por fin tengo todo lo que quería - Su voz bajo el tono - y uso mallas.
La conversación se interrumpió por el sonido de la ambulancia llegando, ambos giraron para ver cómo los soldados se apuraban a bajar a los heridos y atenderlos.
-Parece que vivieron un infierno. -dijo el capitán.
-Ellos más que otros- La agente Carter se debatió en si debía o no contarle a Steve lo que estaba sucediendo pero al final al ver la expresión del joven decidió contarle -Schmidt envió tropas a Azzano, 200 se le enfrentaron. Menos de 50 regresaron. Tu público contenía el resto de la 107. Los demás están muertos o fueron capturados.
-¡¿La 107?! -Esas palabras lo dejaron atónito, y resonaban en su cabeza esos 3 dígitos.
-¿Qué? -Carter quería morderse la lengua pues solo había logrado alterar a Steve.
Pero Steve no dio explicaciones y salió corriendo, la agente Carter preocupada fue tras él. Ambos fueron a la tienda donde se encontraba el coronel Phillips y sin perder tiempo Steve pregunto por el sargento Barnes, quería y rogaba que su amigo siguiera con vida y por suerte de entre todas las cartas de condolencia que el coronel había firmado ese día, el nombre del sargento Barnes no figuraba dentro de ellas. Steve respiro pero no se tranquilizó, sin él no estaba muerto y no había estado entre los espectadores de su función solo quedaba una opción, había sido tomado prisionero.

What if...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora