Confidentes

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Cuando abrió los ojos todo era caos a su alrededor, había gritos y disparos algo había salido mal.
-Steve - murmuro buscando con la mirada al joven pero aun con su borrosa visión no pudo distinguirlo entre la multitud.
-¿Preciosa estas bien?- Howard al verla reincorporarse se había puesto a su lado.
-¿Qué ha pasado?
-Nos han saboteado, eso sucedió, Hydra tenía una espía entre nosotros que hizo detonar una bomba.
: ¿Una bomba?... ¡el doctor Erksine! : La emoción del procedimiento la había hecho olvidar los otros sucesos que ocurrirían ese día. :¡Qué estúpida fui! Si me hubiera mantenido al margen lo habría podido salvar!: Ella se culpaba pero en su interior sabía que así debían ser las cosas, el proyecto del supersoldado solo había sido fructuoso una vez y esa había sido su vez.
-¿Lo han atrapado?
-No lo sé, tu amigo salió corriendo tras de él, disculpa si no te he auxiliado antes, vi que respirabas con normalidad y te deje para atender a Erksine.
Con disimulo y a sabiendas de la respuesta con cierto tono de intriga pregunto:
-¿El doctor Erksine? ¿Qué le ha sucedido?
Con un semblante y un tono de voz que muy rara vez Abigail había visto en Howard, él la tomó por los hombros.
-Falleció, el espía de Hydra le disparó cuando escapaba y no pude salvarlo.
-Oh - Abigail estaba un tanto preocupada por Howard y trato de no darle mucha importancia al asunto. -Hiciste lo que podías, no te culpes.
-Quizá si mi amuleto hubiera estado presente, otra suerte le hubiera cantado al buen doctor ¿Qué te sucedió?
-No lo sé, solo me sentí débil y caí, discúlpame, que mala asistente te conseguiste.
-Te equivocas, conseguí la mejor en su clase. Solo recuérdame no dejarte tomar antes de una intervención de este tipo.
Ambos rieron dejando atrás el amargo trago que acababan de pasar, después de unos minutos supieron la suerte del espía. El procedimiento había sido todo un éxito y Steve había conseguido capturar al espía razón por la cual este se suicidó con un veneno que llevaba consigo; el problema era que sin  el doctor  Erksine  el proyecto se había dado por terminado y se le había prohibido a Steve formar parte del ejército, desde ese momento su persona no serviría para otra cosa que para realizar pruebas y experimentos que tratarían de reproducir con éxito el suero que lo había transformado.
-¡No es justo!
-No, no lo es, pero no hay nada que podamos hacer. Han solicitado mis servicios y los de la agente Carter en el frente.
-¿Los míos han sido requeridos?
-¿Pero qué dices? Tú y yo somos un equipo, a donde yo vaya tus iras. - dijo Howard dejando sus cosas a un lado y levantando el mentón de Abigail para que lo mirara.
Ella sonrió pero después de pensarlo un segundo tomó la mano de Howard - En parte somos responsables de Steve, no sé qué efectos secundarios pudiera causarle lo que le hemos hecho.
-¿Te sientes responsable?
-Sí y si no te molesta quisiera quedarme a su lado, solo por un tiempo para darle seguimiento y ver que todo esté en orden.
-¿Estas segura que entre ustedes 2 no hay nada?
-¡Stark!- contesto ella soltando su mano y regresando a sus quehaceres -No todos pensamos como tú. Sí estimo a Steve y me preocupo por él pero no por las razones que tú crees. Además cualquiera con una pizca de intuición puede ver lo colgado que él está de la agente Carter.
-¿Entonces cuáles son tus motivos para quedarte con él?
-Fui educada para hacerme responsable de mis actos y él necesitara soporte después de la frustración que va a sentir por no poder acompañarlos.
-¿Planeas ayudarlo a entrar tras las trincheras? -Abigail solo sonrió, por supuesto que planeaba hacer eso pues ese era el lugar donde él debía estar, sin él el resultado de la guerra sería totalmente diferente y no iba a permitir que unos ridículos mandatarios dispusieran de Steve como entretenimiento para las masas. -Traviesa -Sonrió Howard -En ese caso tienes todo mi apoyo, veré que te pongan donde quieres y nos veremos pronto en el frente ¿te parece?
-Me parece, pero ¿qué será de ti sin tu amuleto?
-Ya me las ingeniare, tu tendrás al supersoldado para jugar y yo a la agente. Digamos que haremos un intercambio temporal de parejas.
-En ocasiones eres simplemente insoportable ¿lo sabes?
-Es parte de mi atractivo.
-Compadezco a la mujer que se quede a tu lado.
-No te compadezcas preciosa que por ahora tú ocupas ese puesto.
Abigail no sabía hasta qué punto las palabras de Stark eran verdad y cuando se truncaban para ser una burla, pero si el pobre hombre tenía planes con ella en su futuro esa separación sería perfecta pero si no era suficiente ella se vería en la penosa tarea de hacerle entrar en razón.
Como ella esperaba Steve estaba decepcionado del papel que le estaba tocando jugar, pretender ser un héroe frente a las masas sin hacer nada, él quería dar su vida en servicio de su nación, quería ayudar a las personas y lo que estaba haciendo no le dejaba buen sabor de boca.
-Me siento ridículo cada vez que subo al escenario.
-No pienses así Steve ya tendrás tu oportunidad, paciencia que todo llega a su tiempo.
-Abi entiéndeme, hay hombres muriendo mientras yo estoy aquí sin hacer nada.
-Estas ayudando, no como quisieras pero lo haces.
La decepción no abandonaba la cara de su amigo desde hacía una semana, todos se habían marchado y él se había quedado para hacer presentaciones frente al público con un traje azul y rojo, cargando un escudo para alentar a las masas a apoyar a los soldados en el frente. Fue en estas presentaciones dónde el mundo conoció al capitán américa.
-Se me dio una gran oportunidad y yo la estoy desperdiciando.
-Ok, basta de lamentaciones que así no ayudas a nadie. Steve si estuvieras en el frente ¿qué harías? ¿Cómo pelearías? ¿Sabes defenderte?
-Claro que se defenderme, llevo toda la vida haciéndolo.
-¿Y atacando? Los conflictos de este tipo no se resuelven hablando, hay que usar la fuerza y no estoy segura de que tú estés listo para eso.
-Yo... no veo hacia dónde quieres llegar.
-Quieres está al frente y ayudar, te he dicho que aún no es tu tiempo y cómo no sabemos cuándo llegara esa oportunidad debemos estar alerta. Cap, quiero que me golpees.
-¡¿Qué?!
-Que me des tu mejor golpe.
-No lo haré.
Esa respuesta ella ya la esperaba, Steve tenía un muy noble corazón y eso aunque era una cualidad en una guerra era algo de lo cual debía cuidarse y así le costara un par de mallugaduras ella entrenaría a Steve y le daría las herramientas necesarias para lo que en un futuro enfrentaría.
Se movió de dónde estaba, dándole la espalda y sin aviso giró propinándole una patada en el pecho que desarmo al joven y lo hizo caer.
-Debes entender que estamos en guerra Steve y sin importar el sexo de tu atacante te debes defender. No digo que los muelas a golpes y disfrutes de su sufrimiento, simplemente que los desarmes y los dejes inmovilizados para que no te puedan dañar.
-Pero...
-Según los estudios del doctor Erksine el suero te hace más fuerte, más rápido  y te hace regenerarte con una mayor velocidad así que me puedo dar el lujo de dejarte herido y matrecho pues te recuperaras en un santiamén. ¿Quieres hacer algo de provecho con el poder que se te entrego? Bien, déjame ayudarte con esa tarea.
Abigail espero hasta que el joven soldado se pusiera de nuevo en pie y lanzo su ataque de nuevo, Steve aprendía rápido y esquivo la patada sin dificultad.
-Muy bien tienes razón, si sabes defenderte ¿pero atacar?
-Abigail -dijo él en una súplica.
-Steve te golpeare toda la noche hasta que me regreses el golpe.
-Antes podía soportar una paliza creo que ahora lo hare mejor.
: ¡Demonios! bueno sé que puedo confiar en él y si no hay otra manera de hacerlo entender.
-Bueno te tengo un pequeño secretito que se quedara entre nosotros ¿prometido? - él asintió -Tú has aguantado las palizas de tus iguales y aunque quiero que aprendas a defenderte de ellos para entrenarte tendré que dejar de ser tu igual.
-¿A qué te refieres?
-A qué como tú yo no soy lo que aparento, soy mucho más y puedo causarte tal dolor que aun con tu cambio te noquearía con un solo golpe.
-¿Han experimentado en ti? -pregunto horrorizado.
-No, no se los he permitido. Tuve suerte y las personas que me criaron me defendieron y me enseñaron cómo controlarme y aparentar normalidad. Vamos golpéame Steve no me harás el más mínimo daño.
Él no comprendía lo que ella le quería dar a entender pero se acercó y midiendo su fuerza y el lugar de impacto dónde menos la dañaría decidió atacar su estómago, Abigail sin apenas inmutarse agarro la mano de Steve antes de que siquiera la tocara, eso lo sorprendió y ella rio.
-Tienes que conocer las fortalezas y debilidades de tu contrincante, debelaste tu ataque mucho antes de llevarlo a cabo ¡vamos dame batalla!
Con la mano del joven aun entre las suyas hizo un movimiento para girarla y con ello a él, dejándolo contra el suelo. El golpe provoco tal estruendo que por un segundo ella se sintió mal por lo que había hecho.
-¿Ahora ves que yo también se me defender? De nuevo, ponte en pie Steve y trata de desarmarme, como quieras pero déjame inmovilizada.
Con un poco más de decisión en su mirada Steve se puso en pie y esa vez sin pensarlo dirigió su puño al pecho de la joven, Abigail se movió en el último segundo esquivando el golpe.
-Tienes que ser más rápido Steve ¡vamos sé que puedes!
-¡No quiero lastimarte!
-Ni yo a ti pero... -Ella dio un paso hacia atrás para darse impulso y con la mano abierta dio un golpe en el pecho del joven soltando consigo una descarga eléctrica que lo mando volando al otro extremo de la habitación.
Steve quedó inconsciente por unos minutos hasta que de a poco logro sentarse. Abigail se acercó a él y le tendió un vaso de agua.
-Me alegra saber que toda la teoría estaba en lo cierto.
-¿Qué me hiciste?
-Te golpee y de no haber sido por tu transformación hubieras muerto. Un hombre común lo habría hecho.
-¿Qué eres?
Era el momento de sincerarse sino después de lo ocurrido él no confiaría en ella.
-De dónde vengo a los de mi clase nos dicen mutantes.

What if...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora