What if...?

Sin marcha atrás

-¿Pero cómo? ¿Cuándo? -Toda ella estaba entrando en pánico. Eso no era posible, apenas había encontrado la solución a su problema. No había podido siquiera pasar la etapa de prueba.
-Al parecer Hydra tuvo un descuido, los altercados a las fábricas los han hecho moverse apresuradamente y Zola no es muy bueno escondiéndose.
El estómago de la joven se movía incesantemente; el pánico se había apropiado de él, e inmediatamente corrió al baño, reclinándose sobre el retrete y expulsando lo poco que había en ella. El sabor de la bilis la arrasó. Se sentía tan mareada, fría y múltiples espasmos sacudían su cuerpo.
-¡Abi!- Llegó corriendo Bucky tras ella. Se puso a sus espaldas, agarrando su cabello con una mano y abrazando su cuerpo con la otra para disminuir los espasmos.
Después del esfuerzo que hizo su cuerpo y de haber terminado con su ataque de pánico, Abi quedó débil, recostada sobre su brazo en el retrete. - ¿La noticia fue muy traumática ó esto te pasa comúnmente cuando viajas en el tiempo?- Él, una vez que estuvo seguro que ella estaba estable, la soltó y se dirigió al lavamanos, llenando uno de los vasos que estaban ahí con agua y se lo entregó a ella.
-¿Cuánto tiempo me fui?- dijo tomando el vaso y dando pequeños sorbos. Temiendo por un minuto haberse ausentado demasiado tiempo.
-No lo sé, todo ha estado muy movido por aquí los últimos días. Quizá estuviste fuera unas 4 semanas. Todos preguntaban por ti y Howard y yo tuvimos que cubrirte; tienes razón, no es un tipo tan malo cuando se esta trabajando con él. Nos tenias preocupados.
-Pero, solo me fui un día - Dijo sintiendo una nueva oleada de pánico. Todo estaba jugando en su contra.
-Abi - Ahora la voz de él había bajado y ella temió a la pregunta, ¿cómo decirle que su hora estaba cerca y ella no podía hacer nada aun? Pero después lo vio sonreír y no entendió el rumbo de sus ideas. - ¿No es un síntoma de embarazo los vómitos matutinos?
-¿Estas jugando verdad?
:: ¿Embarazo? ¿De dónde ha sacado esa idea?:: Para Abigail esa posibilidad era nula, ella llevaba un estricto cuidado en ese tema por su estilo de vida. No cabía ni la más mínima posibilidad de estar embarazada. Pero ella no había razonado que en la época donde estaba, todos los métodos anticonceptivos que ella conocía no habían siquiera sido pensados y para una pareja que había intimado sin ningún cuidado en ese entonces, era casi más que seguro que engendrara un hijo.
- ¿Me imaginas a mí, con el vientre abultado, pateándole el trasero a los soldados de Hydra?
-Sí, te verías muy linda. No digo que no lo seas ya. Pero imaginarte como mamá, dándole cariño a un pequeño igual a mí. Es una imagen hermosa.
-Lamento decepcionarte, pero no hay planes de un hijo en puerta. No sería responsable criar a un pequeño en medio de tanto caos y destrucción.
-Tu cuerpo dice otra cosa- dijo aun sonriendo y tomando el vaso que Abi había terminado- Podemos esperar unos meses a ver que pasa. Pronto ganaremos la guerra y podremos criar a nuestro pequeño Bucky.
Él se veía tan ilusionado que Abi no quiso quitarle la sonrisa del rostro. Quizá, de verdad aún tenía tiempo y podía hacer algo por ellos, quizá no todo estaba perdido aún.
-¿Tenemos que ir por Zola?
-No, aun no. Tienen una idea de dónde encontrarlo, pero hay que verificar la información, por eso te necesitamos. Traté de contactarte con el teléfono que me diste, pero la verdad ni Howard ni yo pudimos comunicarnos contigo. Fue un gran alivio cuando la agente Carter me dijo que ya habías regresado. Creo que le causaste un gran susto. Pero volviendo al tema,  tu equipo va a verificar la información sobre Zola  y nosotros iremos por otra fabrica, lejos de esa ubicación para evitar sospechas. Pero- Le dijo sonriendo y acomodando su cabello- Puedo decirle a Steve que no estas en condiciones de ir, no quisiera que les pasara nada.
-James de verdad, no hay un nosotros, solo estoy yo. Si la situación llega a cambiar, serás el primero en saber.
-Como tú digas- le sonrió besándole la coronilla- ¿Iras entonces?
-Si, sólo tomaré un baño porque después de ese despertar me siento sucia.
-¿Quieres que te ayude? No quisiera que colapsaras en medio del baño.
-¿Hablaras de nuevo de un pequeño Bucky?
-No sabia que te molestara tanto el tema de la maternidad.
Abi, jamás se había visto como madre, pero después de su traumático episodio con sus padres, para ella esa idea era confusa. Temía ser de la misma calaña que sus padres y no poder con la responsabilidad que un pequeño implicaba. Pero ella no haría sufrir a alguien como lo habían hecho con ella.
-No me molesta, pero... Preferiría disfrutar de nosotros, antes de convertirnos en 3.- Lo dijo mas que nada para clamar los ánimos, sabia que esa respuesta satisfacería a su amado.
-¿Tomo eso como que aceptas mi propuesta? - Dijo ayudándola a ponerse de pie.
-Por favor.- Le contestó sonriendo.
Aunque ella quería ser tentadora y seductora, simplemente no podía y Bucky había entendido enseguida que ella no se encontraba del todo bien.
-Hay otras maneras para demostrar el cariño además de las relaciones Abi. - Él tomó las manos de la joven que tenía detrás de su cuello.
-Lo lamento, sé que esto no es lo que esperabas; no me botes tan deprisa por favor.
-No lo haría- dijo besando sus manos. - ¿Tienes miedo?¿Temes por mi?
-Por todos, preferiría que el equipo hubiera quedado intacto. Hemos salido indemnes de las misiones todos juntos, ¿por qué cambiar si hasta ahora las cosas han salido bien?
-Porque hay que agilizar las cosas. Todo va a salir bien, ya lo verás. Aunque te vayas lejos, la estrella de la buena suerte me acompaña.- dijo él haciendo referencia al dije que Abi le había dado cuando se conocieron.
-¿Por qué será que eres tan optimista?- Ella se abrazó a él, escondiendo su rostro y sus lágrimas.
-Por que uno de los 2 debe serlo. Ahora date la vuelta, relájate y déjame mimarte ¿puedes?
Abigail hizo lo que le decía de buena gana; ella se giró, dándole la espalda a Bucky y él se encargó de enjabonar su cabello, masajeando suave y dulcemente su cabeza, haciéndola sentirse bien y olvidando por un momento todo. Después de terminar con el cabello, tomó el jabón y se dedicó a limpiar el cuerpo de la joven, muy gentilmente, tratándola con roces suaves y amorosos. Algunas veces Abigail se retorcía, pues las caricias del sargento en ciertos puntos sensibles le hacían cosquillas y en otros más le causaban una gran excitación, pero ella mantuvo la calma y la compostura hasta que Bucky dio su trabajo por terminado. Después él se baño rápidamente, con Abi siendo solo su espectadora que no podía dejar de reír anta algunas ocurrencias de su amado. Al final Bucky secó los cuerpos de ambos y atrapó con la toalla el cuerpo de Abigail junto al suyo.
-¿Te sientes mejor?
-Mucho, gracias Bucky. - Después se puso en puntas para alcanzar los labios del sargento y lo besó. -Eres más de lo que yo había soñado.
-Yo puedo decir lo mismo de ti. Ahora ve a cambiarte y sonríe. Luces tan encantadora y sexy con una sonrisa en el rostro.
Abi le sonrió y besó de nuevo, regresando a la habitación envuelta en la toalla.
Una vez preparados fueron a reunirse con el resto del equipo a la cámara de armamento.
-¿Todos listos?- Preguntó Steve para que los demás lo miraran. - Esto es importante, si tenemos éxito en esta empresa, estaremos un paso más cerca de vencer al enemigo; pero para ello hay que ser sigilosos y hábiles - dijo mirando a Abigail. - El plan es sencillo, tenemos que desviar la vista de Hydra de nuestras verdaderas intenciones y proporcionarle al equipo de espionaje el mayor tiempo posible, pero eso no quiere decir que nos arriesguemos mas de lo necesario para cumplir esa misión. Si todo sale como lo planeado, nos veremos aquí dentro de 2 días. Dejen la comunicación al mínimo, no queremos levantar ninguna sospecha. Tomen lo necesario y prepárense para partir.
Sin esperar una segunda orden, Abigail se dirigió a tomar el armamento necesario. Unos cuchillos cortos que escondió dentro de sus botas, 2 pares de pistolas y varios cartuchos, sogas y otros artefactos propios del espionaje (ninguno proveniente de su tiempo, ella no quería arriesgarse a perder algo en las manos del enemigo.) Las manos le escocían pero mentalmente se obligaba a repasar todo lo que pudiera necesitar, ya no era más una niña jugando, ni se encontraba en la torre Stark en una zona para hacer pruebas sin salir lastimada gravemente.
-Me gusta como esas ligeras ondas de tu cabello enmarcan tu rostro- dijo Bucky haciéndola abrir los ojos, sorprendiéndola - ¿Pero no seria mejor que lo recogieras? No quisiera que tuvieras problemas porque tu lindo cabello te obstaculizó la vista.
-Tienes razón. - Hizo un moño con su cabello y lo ató en lo alto de su cabeza sujetándolo con una banda elástica y rematando con un par de pequeñas dagas que quedaban ocultas entre su cabello.
-Wow, tendré cuidado si un día tengo que desatarlo. ¿No te lastima?
-No, pero me ayuda a salir de aprietos.
-Mantenlo así. Por cierto, el juguetito que me prestaste, ¿Crees que sea buena idea que lo lleve conmigo?
-Los juguetes no deben estar en el campo de batalla- dijo siguiendo su código de conducta, pero después sintió frío, un frío penetrante que la dejó paralizada y reconsideró la pregunta- Aunque creo que esta vez, si es de suma importancia que lo mantuvieras a la mano; esa es una línea segura, nadie la puede interceptar.
-Sí, creí que dirías eso. Aun te ves nerviosa.
-Y si lo sigues diciendo jamás se me quitará.- Dijo a manera de juego y luego bajo la mirada, pensando de nuevo. -James. Sé que está de mas decirlo, pero ten cuidado por favor. Y si... - ella hizo una pausa, debatiéndose en si seguir o no.
-Tendré cuidado.
-Si pero. Si sientes que están en un peligro inminente y no queda mas remedio, destrúyelo, no quisiera perjudicar a nadie con mis niñerías.
Para Bucky, esa faceta era nueva, una Abigail que se veía frágil y temerosa, él no había creído posible que una mujer valiente y sagaz pudiera compartir el cuerpo con la mujer que ahora veía; pero la entendía, él se sentía de una manera similar, a sus ojos Abigail se desvanecía a cada segundo y temía perderla, pero él se repetía incontables veces que eso no pasaría, que ella no lo dejaría. Se acercó y la acogió entre sus brazos, solo sosteniéndola y sintiéndola parte de él.
No hubo más despedida que una larga mirada entre ambos y aunque Abi tenía razones para temer, no dejó que la esperanza huyera de ella y se decía para si, que en un abrir y cerrar de ojos lo tendría de nuevo entre sus brazos.