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Cuando Iryna se despertó aquella mañana, los eventos de la noche anterior se aferraron a su mente con una intensidad renovada

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Cuando Iryna se despertó aquella mañana, los eventos de la noche anterior se aferraron a su mente con una intensidad renovada. Repasó una y otra vez la situación con Chishiya, sintiéndose ahora más consciente de cada palabra y gesto que compartieron. La vergüenza la envolvía, pero, en un intento por mantenerse firme, recordó que él había actuado como si nada hubiera sucedido. ¿Por qué ella no podría hacer lo mismo? Aunque esa resolución le costaba, decidió seguir adelante.

Apenas había comenzado a esbozar un plan para el resto del día cuando un golpe en su puerta interrumpió sus pensamientos. Con la certeza de que no podían ser ni Chishiya ni Niragi, quienes eran tan descarados como para omitir las formalidades, se arregló rápidamente antes de abrir.

La figura alta con cabello recortado que encontró del otro lado de la puerta era la misma chica que había visto el primer día, aquella que acompañaba a El Sombrerero. Sin embargo, esta vez estaba sola. La visita tenía un propósito: el líder quería ver a Iryna. Así que, sin palabras de por medio, esperaron afuera hasta que la extranjera se vistió adecuadamente y luego se dirigieron en silencio hacia la sala de juntas.

La serenidad de Iryna se evaporó al llegar al lugar designado. La sala no solo albergaba a Aguni y Takeru, sino que también contaba con la presencia de Niragi, quien ostentaba su mirada altiva y llevaba la ametralladora casualmente sobre el hombro. Aunque la sorpresa cruzó las miradas de ambos al notarse, ninguno dejó ver signos de ello.

En verdad, la presencia de Niragi en ese espacio hizo que la incomodidad se multiplicara para la extranjera. La tensión entre ellos, apenas disimulada, se manifestaba en la atmósfera de la habitación. 

El líder se movía con una gracia única por la habitación, deslizando sus palabras con una cadencia casi teatral. —Espero que sean buenos días para ti, Iryna. Y si no es el caso, pues está a punto de ponerse mejor —expresó, sus ojos fijos en ella mientras daba vueltas alrededor de la estancia. Iryna, en posición rígida en el centro de la habitación, mantuvo sus manos entrelazadas detrás de la espalda, respondiendo con un leve inclinamiento de cabeza.

—Te escucho atentamente —continuó ella, la mirada de Takeru penetrante enfocada en ella.

—Has traído dos tarjetas interesantes en solo dos días —señaló, siguiendo su paseo con una energía que inquietaba a la castaña. —Y eso ha despertado mi interés. Sigue de ese modo y habrá beneficios, una subida de rango quizás.

Iryna desvió la mirada al suelo antes de enfrentar finalmente al Sombrerero con determinación. —Lo agradezco, pero no.

A pesar de no verlos, la habitación parecía vibrar con la estática de la tensión. Sintió las miradas atónitas y, posiblemente, despectivas de Niragi y Aguni, quienes la observaban en silencio.

—¿No? —Takeru parpadeó, sorprendido pero sin mostrar desprecio. Iryna inhaló profundamente antes de proseguir.

—Estoy bien pasando desapercibida para el resto —explicó con serenidad. Esta vez, Aguni tomó la palabra, carraspeando antes de hablar, contribuyendo al silencio tenso que llenaba la sala.

FOREIGNER [Chishiya Shuntaro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora