nine

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« 𝘆𝗼𝗿𝗶𝗶𝗰𝗵𝗶, 𝘀𝘂𝗺𝗶𝘆𝗼𝘀𝗵𝗶 & 𝘀𝘂𝘆𝗮𝗸𝗼 »


☼✧დ 𝐜𝐡𝐚𝐫𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐞𝐬  დ✧☼


El aliento cálido sobre de su cuello lo hacía estremecerse cada vez que el otro suspiraba e inhalaba tratando de saborear las feromonas olor a chocolate que se acentuaba con mucha más intensidad en aquella zona, sus glándulas odoríferas. Se estremeció cuando sintió los colmillos del alfa sobre su glándula del cuello al lado derecho, estaba tan cerca de ella, sería tan fácil que él solo mordiera, que solo rompiera aquella piel sensible mientras su boca se llenará de su sangre y feromonas. De solo pensarlo hacia que quisiera hacerlo de una vez.

Él quería.

Sentir como su piel se rompe seguro seria doloroso pero aquel dolor debía distraerse con placer, era el punto de una marca de apareamiento, de otro modo jamás se haría oficial la unión.

Lanzó un gemido de pena al sentir como el otro abandonaba su cuello, alzo su cabeza para mirar el rostro del alfa y nuevamente buscando sus labios. Vio como el alfa primero le regalaba una mirada fija a su rostro, dedicándole una pequeña sonrisa que él correspondió -pero de seguro de manera embobada-, luego solo unió sus labios con los suyos de manera suave comenzando un vaivén lento, queriendo explorar el contacto que tenían sin necesidad de profundizarlo.

El omega gimió al sentir como las manos traviesas del alfa jalaban un poco de su haori de cuadros verdes y negros, jugando con el nudo que tenía alrededor de su cintura para que el haori no cayera, desatándolo al instante para luego tocar su suave abdomen plano con sus manos frías por el invierno.

Las manos encima de él siempre se sentían muy bien. Sumiyoshi solo podía recibir y recibir, dejarse hacer hasta que Yoriichi hiciera un desastre con él, porque a pesar de que fue difícil al principio, el alfa había comenzado a tener más libertades respecto a la persona del omega.

Si Sumiyoshi antes le gustaba robar un beso que otro por allá a Yoriichi cuando estaban solos, Yoriichi parecía encantarle cualquier oportunidad en la que podía postrarlo en alguna pared, tatami o árbol y -literalmente- comerle la boca.

Aquello lo había sorprendido de sobre manera. ¡Yoriichi-san realmente se veía alguien demasiado calmado!

"Los callados son los peores, te lo juro", había dicho Suyako un día cuando tenían catorce años al ver a un beta que era demasiado tímido, quien tenia un ojo puesto en ella. "Pueden ser los de las más sucias fantasías sexuales".

Se había reído en ese momento, defendiendo al chico diciendo que solo era tímido y no debería ponerle tanta cabeza a eso.

Jadeo al sentir como el alfa abría por completo su haori, dejando todo su abdomen al descubierto y solo dejándolo con la tela que cubría sus pechos. Sumiyoshi sintió la brisa del invierno y el escalofrío que recorrió su columna.

¡Ciertamente, Suyako siempre tenía la razón!

Yoriichi apoyó su nariz contra la mejilla de Sumiyoshi, tratando de recuperar el aire perdido por el beso. Ladeaba su cabeza, acariciando su mejilla con su nariz y al mismo tiempo soltando más feromonas para marcar al omega. Sumiyoshi cerro los ojos, complacido y dejándose hacer.

-¿Estas bien así? -Murmuro en contra la mejilla del otro.

Sumiyoshi apretó la tela del haori rojo de Yoriichi que estaba debajo de él, cubriéndolo de la fría nieve.

una segunda oportunidad para hacer las cosas bien ⋆⌇ 𝘺𝘰𝘳𝘪𝘪𝘴𝘶𝘮𝘪¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora