𝗚𝗲𝗻𝘁𝗹𝗲𝗺𝗮𝗻 ── 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫

CAPITULO 1

Pov's Sky

Los chicos Walter son como las Kardashian en este pequeño espacio de Colorado. Lo aprendí apenas llegué. Es imposible no toparse con uno de ellos. La cuestión es que yo ya tenía los ojos sobre Alex antes siquiera de saber que formaba parte del clan.

Sucedió en clase de literatura, la primera que tuve en el día. Él llamó mi atención, no de una manera escandalosa, de hecho fue el único que no me dedicó una mirada curiosa al verme entrar -en realidad ni siquiera me miró-. Pasó los minutos previos a la clase con la cabeza apoyada en la mesa de su banco, en silencio. Parecía tranquilo, casi aburrido con su alrededor. No entendí la razón, pero quise hacerlo.

Para el almuerzo ya había hecho una amiga; Ivy.

—El efecto Cole. —Dijo cuando me atrapó mirando al rubio.

Ella no dudo en darme una cátedra sobre el más famoso de la familia Walter. Ahora sabía la trágica historia del ex mariscal y el significado de lo que era el efecto Cole.

—¿Sabes qué es lo que hace atractivos a los tipos como Cole? —Le pregunté mientras le daba un mordisco a mi manzana.

—¿Su sorprendente aspecto físico? —Cuestionó como si no fuera obvio.

—Es un gran punto, sí. Pero no es la razón principal; es su reputación. A las chicas les parece emocionante salir con el chico malo y les encanta el sentimiento de popularidad que viene con él. Pero si le quitas eso, ¿es realmente tan increíble?

Ivy me había dicho que Cole no tenía novias. También me contó la historia con Erin y Olivia, al parecer todos en la escuela lo sabían. Por lo que escuché parecía más bien un patán. Aunque claro, no lo conocía, así que no podía juzgarlo. Pero esa fue mi primera impresión.

Mi nueva amiga miró durante unos segundos a Cole reflexionando en mi pregunta.

—Sí, lo sigue siendo. —Afirmó al final.

Reí. —Bien.

—No te preocupes. Solo es cuestión de tiempo para que el efecto Cole te atrape.

No respondí porque en ese momento vi a Alex a unas mesas de nosotras, detrás de ella. Ivy no dudó en seguir mi mirada y una pequeña risita se le escapó.

—¿Qué?

—Tal vez no estás interesada en Cole porque uno de los hermanos Walter ya te ha atrapado.

Fue entonces cuando supe que Alex era uno de los chicos Walter. Al parecer no todos recibían la misma atención que Cole.

—No es así.

Alex me intrigaba, sí. Pero no en el sentido romántico. Parecía amable. No especialmente social, pero sí educado. Y la curiosidad por él me picaba. Mis padres solían decir que ese era mi mayor defecto y virtud a la vez. Pero esa era la razón por la que podía ser una mariposa social; Si algo encendía mi curiosidad iba a ello, sin vergüenza alguna. Fue por eso que cuando vi a Alex levantarse me excuse con Ivy y quedé de verla en la siguiente clase.

Lo alcancé justo cuando estaba por salir de la cafetería.

—Hola. —Saludé con la sonrisa más radiante que tenía.

Su ceño se frunció al inicio con confusión. Pero aún así permaneció en su lugar.

—¿Sí?

Por un momento me quedé en blanco. Había estado tan absorta en su actitud que en realidad no presté mucha atención a sus ojos cafés decorados con pestañas abundantes y largas o a las pecas que bañaban su rostro. Alex podría competir en belleza con su hermano mayor, era un hecho, ¿por qué Ivy no lo mencionó?