CAPITULO 16

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MINI ACLARACIÓN: Este capítulo tiene lugar ANTES DE LA FIESTA DE LA FOGATA/ DEL BESO. Está situado después del capítulo 10 y antes del 11.

Creo que hacían falta este tipo de escenas para un mejor desarrollo de la historia, se me ocurre hasta ahora lol. Cuando edite se acomodará en su lugar correspondiente.

Pov's Alex

Sky me miraba descolocada.

—¿Es broma?

Negué luchando contra mi sonrisa.

—Hoy aprenderás a montar. —Le dije mientras cepillaba con la mano el pelaje del caballo que tenía a mi lado. Todos mis hermanos tenían un favorito, el mío era este cuarto de milla color canela.

Sonrió nerviosa. —Creo que no sabía de lo que hablaba cuando dije que me gustaría aprender.

Reí. —No es tan difícil. Verás que no tienes por qué tener miedo. ¿No confías en mí?

—En ti sí. En el caballo no lo sé.

A pesar de sus palabras no dudó en acariciar al animal. Parecía contenta regalándole mimos. No le asustaba él, era solo el hecho de montarlo.

—Es la cría de una yegua que mamá rescató hace unos años. Cuando la encontró estaba en muy mal estado y la trajo a casa para atenderla. Se volvió su favorita. Hace un tiempo falleció. Mi madre dice que él le recuerda a ella. Yo no sé si creer que ellos funcionan como nosotros, pero no le digo nada al respecto. Le gusta contarme la historia cada vez que puede. Es rápido, pero no atrabancado, así que no tienes que preocuparte porque te tumbe.

—Olvidé por un momento que tu mamá es veterinaria.

—La mejor.

—¿A ti también te gusta cuidar de los animales?

—Creo que viene con lo de montar. Siento que es la forma que tengo de agradecer a los animales, sobre todo a los caballos. Así que sí, me gusta, pero no de la manera que a mi madre. Cuando era pequeño la acompañaba a la veterinaria, la veía trabajar y pensaba que eso era lo que quería hacer cuando fuera grande. Entonces un día llegó un becerro que no pudo salvar. Lloró una semana, tiene un corazón de pollo, pero siguió adelante. Me di cuenta de que yo no podría hacerlo. Su profesión es más que cuidar animales enfermos, son vidas que están en tus manos y tienes que aceptar que no siempre podrás tener éxito, por más bueno que seas. Terminé por descartar la idea.

—¿Y montar? Sé que creciste en el campo, pero ¿Cómo te diste cuenta de que era diferente a las otras cosas que haces aquí?

—Porque de entre todos los lugares en el rancho el establo era mi favorito, como un lugar seguro. Cuando montaba perdía el sentido del tiempo, no me aburría nunca. Me vi esperando cada día para hacerlo. Además, me parece especial la manera en que puedes crear una conexión con tu caballo. Montar me hace sentir cosas que no encuentro en ninguna otra parte.

Después de escucharme miró al caballo como si lo estuviera analizando. Me gustó que a pesar de ser una experiencia completamente nueva para ella no se cerró en banda a la posibilidad.

La idea de compartir algo que me gustaba con Sky me emocionaba. Entendería si hoy no estaba lista para intentarlo, sin embargo en el fondo estaba deseando que aceptara.

—¿Me prometes que no me caeré como en las novelas mexicanas?

Una carcajada se me escapó.

—Te lo prometo, Sky.

—Bien. —Tomó y soltó el aire sacudiendo los brazos como si se liberara de cualquier duda. —Entonces adelante; enséñame a montar.

Un brillo extraño iluminó mi pecho y me vi intentando contener la emoción.

𝗚𝗲𝗻𝘁𝗹𝗲𝗺𝗮𝗻 ── 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora