CAPITULO 17

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Pov's Sky

—¿No me dirás nada?

—Sal con Dylan.

Todo mi cuerpo se enfrió. Me tomó tan de imprevisto que frené, el resto no se dio cuenta de que nos quedamos atrás.

De cualquier cosa, seguro que esa era la última que esperaba que dijera.

—¿Qué?

—Sal con Dylan —repitió —, si no tuvieras el mínimo interés en él no me habrías preguntado sobre los amigos diferentes.

No me refería... Es que, ... —quise explicarme pero quedé atrapada.

La verdad era que últimamente cuando estaba con Alex habían momentos en los que la línea de platónicos se desdibujaba. Me daba miedo sentirme nerviosa con él, darle demasiada importancia a mi aspecto cuando quedábamos juntos y esperar de forma constante un contacto robado.

Siempre supe que enamorarse de Alex era sencillo, sin embargo no me preocupó hasta hace poco. Y después de escucharlo decir que nunca saldría con una amiga esa preocupación estuvo más que justificada.

Mi corazón estaba demasiado jodido para un tipo tan bueno como Alex. Marchito después de tantos pisotones. Pero, incluso si me animaba a hacer algo -muy improbable- , él jamás dejaría que pasara. Lo dijo y ni siquiera tuve que preguntar, si esa no era una señal entonces qué más tendría que esperar para asegurarme de que nosotros estábamos destinados a ser solo amigos.

Si le conté lo que había estado sucediendo entre Dylan y yo fue porque quería ser sincera. Pero quizás una parte de mí también lo hizo porque tenía dudas. ¿Corte todo con Dylan porque, escondido en lo recóndito, mantenía la ridícula esperanza de que sucediera algo con Alex?

—Dylan es ese amigo, ¿no? Hay una parte de ti que ha considerado el intentarlo.

Me miró directo a los ojos con esos iris verdes suyos y tuve pánico por la manera en que mi corazón brincó. Pensé que si no me obligaba a frenar esos sentimientos ahora crecerían y arruinarían todo. Después de la conversación en la tienda de cerámica tenía más que claro que no podía enamorarme de Alex, así que quizás por eso respondí sin dudar.

—Sí.

Algo cruzó en su mirada, no supe descifrar qué. De cualquier manera, continué:

—Pero no importa, se ha acabado.

—Inténtalo.

—No quiero lastimar a nadie. No es un juguete al que pueda ir y venir —. Por alguna razón su insistencia en empujarme a los brazos del mariscal me irritó —. Apenas hace una semana le he dicho que no sé lo que quiero.

—Si me acabas de aceptar que quieres intentarlo, ¿por qué no hacerlo?

Porque desde ese beso algo cambió. Por lo menos para mí. Y no puedo sacarte de mi cabeza.

Olvídalo —. Reanude mi caminata esperando que él también lo hiciera —. No me gusta ocultarte cosas, por eso te conté.

Se limitó a ir a la par mía en silencio, fue hasta cuando estábamos a punto de alcanzar al resto que respondió con voz neutra:

—Te dije que mereces ser amada y no mentía. Siempre habrá dudas, incógnitas imposibles de resolver, pero si crees que hay oportunidad, aunque sea mínima, de que Dylan sea la persona de la cual puedas enamorarte, entonces te diría que te arriesgues. Ese es mi consejo, aunque sé que no me lo pediste. Si te acojona que algo salga mal, no te preocupes; ya nos encargaremos de resolverlo —. Cuando se giró para verme el tono se le endulzó un poco —. Eres mi mejor amiga, Sky. Nunca te dejaré sola.

𝗚𝗲𝗻𝘁𝗹𝗲𝗺𝗮𝗻 ── 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora