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El joven metkayina se aseguro de que nadie los siguiera mientras llevaba al omega a su refugio, navegando entre palabras amorosas, frases de aliento, feromonas suaves y suspiros de frustración y enojo mientras el chico se apoyaba en el cuerpo del príncipe como si de un pilar se tratacé, después del recorrido exhaustivo para el alfa preocupado deposito al joven omega en el gran nido dentro de la cueva, asegurandose de sellar la misma por protección al chico, acostándose a su lado nervioso.
-se ve tan asustado y triste...- pensó el metkayina mientras dudaba en tocar el tembloroso cuerpo, sintiendo que se iba a desmoronar al igual de una pequeña hoja seca al ser pisada notando como a pesar de todo el omega movía su pequeña narizita buscando algunas feromonas familiares-Neteyam...puedo...tocarte?- pregunto temeroso de la respuesta, recivio un asentimiento tímido, pegándose al instante al cuerpo del omega, abrazándolo por detrás protectoramente mientras empezaba a a marcarlo con su potente olor a mar y a cokeo¹ siendo bien recivido por el omega que se cambio de posición hasta quedar con su rostro oculto entre los pectorales del alfa, el cual acariciaba sus cabellos con delicadeza mientras le daba suaves palabras de apoyo que fueron calmandolo poco a poco-respira cachorro, todo el aire del mundo es tuyo, úsalo...
-ao....quitalo....quitalos...arden...molestan....por favor- rogo con molestia, suplicando que de su cuerpo fuera quitado todo accesorio, odiaba tener que "desnudarse" ante aquel ser tan imponente, pero su piel estaba ardiendo y las sicatrisez bajo los accesorios quemaban, su collar no le permitía respirar como su cuerpo lo ameritaba, empezando a jalarlos con insistencia, a'onung tuvo que sentarlo muy a la fuerza e ir quitando los lazos que los unían al cuerpo del joven con suavidad para evitar que este mismo empezara a llorar y a gritar mas de lo que ya lo asía, logrando desprenderlos de su cuerpo luego de unos minutos, dejando al omega sollozante más tranquilo, haciéndose un ovillo entre las piernas de ao'nung.
-quisieras explicarme que paso cachorro?
...
-yo siempre lo he admirado, ...aveces estando en soledad solia llorar o preguntarle a mi madre, a donde estaba...? Adonde estaba su amor paternal? Ese era un amor que me dejo de mostrar desde muyy pequeño...talvez fue mi culpa- aonung lo miraba con tristeza en los ojos- sabes, tenía seis cuando mi padre me empezó a entrenar, y creo que solo once cuando entré al campo de batalla...
Ao'nung se quedó estupefacto ante aquella desgarradora confesión, un niño de tan poca edad convatiendo contra gente que le triplicará la edad y la estatura? El a sus once estaba causándole dolor de cabeza a su madre por llegar con el cabello lleno de arena y tierra por estar jugando con rotxo y tsireya, a esa edad aún no avía tocado un arma más allá que un pequeño cuchillo de cocina que su madre por error dejo a su alcance.
-pero incluso antes de eso el empezó a...despreciarme, el solia regañarme,pegarme,gritarme y encerrarme en cuartos oscuros por horas como castigo, algunas veces llegaba a dejarme en el corazón del bosque a media noche por simple enojo o frustración por el trabajo, lloraba y suplicaba cada vez porque tu viera piedad de mi y de tan horrendos castigos.
-y...y tu madre?
-Ella no podía hacer nada
-como?...
-ella no sabia, no sabía más aya de los regaños que me daba padre, ella pensaba que solo eran eso, regaños-confesó el omega, acurrucandose en su propio cuerpo con dolor, sus ojos rojos y con ardor por llorar tanto veían el suelo de roca atentamente- al principio intente detenerlo, o contarle a alguien, pero eso nunca dio resultado, deje de intentarlo unos años después, no tenía caso, por que nadie me creía, papá dejó de abrazarme o siquiera de quererme hace mucho, aveces por no decir siempre...-se detuvo a medio habla, tratando de recuperar el aire- quiero que vuelva a quererme, por eso te tengo envidia-terminó de hablar inseguro.
-envidia? A mi? Porque? No tengo nada que tu no tengas-dijo el alfa- no entiendo
-si, si lo tienes, el amor de tu padre, el se preocupa por ti, te quiere y siempre te acompaña, lo he notado, lo noto cuando caminan de un lado a otro por la aldea mientras el te enseña con emoción y amor nuevas cosas, también lo note cuando llegamos a la aldea, el estaba muy preocupado por ti, igual que tu madre, mi casa siempre esta fría entre la seriedad de mi padre y el mal ambiente que ahi -afirmó mientras se acomodaba por octava vez sobre su lugar, decidiendo refugiarse literalmente, bajo el brazo del alfa, teniendo el tamaño para hacerlo se acomodo bajo la extremidad derecha de ao'nung haciendo que este lo levantara mientras Neteyam se pegaba a la piel caliente del contrario- por eso te envidio....-los brillantes ojos del omega se oscurecían a medida que las lágrimas cobraban fuerza para salir, y ao'nung se dio cuenta de esto
-Ho...no,no,no- suplico el alfa mientras abrazaba el cuerpo entre sus manos- no cariño...no,no,no llores bonito -Ao'nung el chico más testarudo y salvaje de toda la isla, rogándole a un recién llegado que parase su llanto- verte llorar es como ser torturado un millón de veces, por favor para, siento que cada una de tus lágrimas me quita años de vída- tomó el rostro del omega entre sus manos- puedo morir en tus brazos, y revivir en menos de un segundo, con tal de que no llores mi muerte corazón. - el llanto de Neteyam no seso, pero ahora transmitía un sentimiento diferente, algo nuevo, algo increíble, algo que podría hacer que el corazón de ao'nung y Neteyam se derritierán en menos de un instante.
Aquí y ahora, con Ao'nung a su lado, bañandolo en sus feromonas y secando sus lágrimas con los ásperos dedos de sus manos, Neteyam se sentía completo, querido, como si toda su vida fuero un simple recuerdo lejano y sin importancia del pasado.
Neteyam miro con un inexplicable brillo al mayor, estirando sus brazos tímidamente para poder darle un abrazo fuerte, aferrándose a el, empezando a soltar pequeños sollozos froto su cara contra el pecho de ao'nung torpemente, absorbiendo el olor protector del chico, el cual le correspondió y con suavidad lo rodeo de su olor mientras acariciaba la espalda de este con delicadeza.
- gracias...de veras gracias....gracias por escuchar mi dolor....me siento más liviano que nunca- agradeció el omega, apoyándose en el mientras levantaba la mirada suavemente.
-esta bien, sabes, te propongo algo...que tal si pasamos la moche aquí, yo caso algunos peses tu cocinas y nos trepamos a la parte superior de la cueva a ver las estrellas mientras parloteamos hasta caer dormidos, te párese?- le ofreció al omega con una sonrisa coqueta haciendo que Neteyam sonría alegre mientras asiente rápidamente
-me encantaría.
-bueno, eso ya es un plan, ve preparando el fuego por que voy a traer tanta comida como para que esa panzita tuya deje de ser tan plana, estas en crecimiento, debes comer bien- se burlo ao'nung, saliendo de la cueva antes de que Neteyam le diera una de esas miradas matadoras que solo el puede darle, dejando a un omega con las mejillas rojas tocandose el vientre avergonzado, empezando a encender el fuego con una sonrisa en el rostro....
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•°☆only yours erotic omega☆°•
Любовные романыen los frondosos bosques de Pandora, el primogénito de el olo'leyktan de los omaikaya, Nateyam, una noche antes de su partida hacia un mundo oculto en el que se refugiaban proximamente, soñó con cierto chico corpulento de piel aguamarina de ojos gri...