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LEE T/N
Sin duda la madurez no era algo que me caracterizara.
Luego de que las cosas se calmaron caí en cuenta de la situación vergonzosa en la que me había metido, el señor Jungwon vió como mi hermano agarró de golpes a un hombre que sin dudas es de la tercera edad.

¿Pensaría que somos una familia violenta? Heeseung y yo no nos dirigimos la palabra desde el incidente, ya pasaron dos días y en esos dos días mi cabeza estuvo en cualquier lado menos en mi trabajo.

¿Cuándo me di cuenta de que mi cabeza no estaba bien?
Fácil, estábamos revisando unos documentos con Sasha, Niki y el Señor Jungwon; cuando por error me tomé el café de mi jefe, nadie dijo nada, ni siquiera me llamaron la atención y eso hizo que me avergozara aún más. Mañana es sábado, tendré dos días lejos de aquí; dos días en los que podré calmar mi cabeza para que entre en razón.

–Ya habla, ¿qué hiciste? –Sasha entró a la cocina con el rostro lleno de preocupación.

–Nada, no se de que hablas.

–Has estado ignorando a Yang Jungwon por dos días, hago la misma pregunta de nuevo, ¿qué hiciste?

–Yo también lo noté –ahora Niki se unía a la conversación, cuando veía a esos dos me parecía que harían buena pareja juntos. Ambos eran unos metiches–. Jungwon no parece enojado por lo que creo que no fue nada grave ¿o si?

–No estoy evitando al Se...

–Hola Señor Jungwon.

Rápidamente me deslicé debajo de la mesa para esconderme, pude sentir una risa del otro, maldije a Sasha por la broma tan estúpida.

¡Bien! Sí estaba evitando al Señor Jungwon, no quería quedarme en un espacio a solas con él; lo que pasó no se compara con lo del primer día de trabajo. Niki se agachó y me miró con una sonrisa, dijo que él y Sasha saldrían y me avisarían cuando el Señor Jungwon no estuviera cerca, escuché como cerraron la puerta y sentí un alivio en mi corazón.

Salí debajo de la mesa y empecé a sacudir mi ropa.

–Esto me pasa por evitar a mi jefe –murmure con cansancio.

–Entonces –me gire al escuchar su voz–, señorita Lee, usted está evitandome.

–Se-Se... Señor –di unos pasos hacia atras.

Mientras retrocedía choque con una de las sillas que estaba ahí, intente girarme y en el proceso perdí el equilibrio, alce la mirada y casi chocó con la esquina del chinero, cerré los ojos esperando por ese golpe que nunca llegó. Unas manos sujetaron mi cintura y sentí un poco de dolor al sentir los dedos presionando mi piel, gire mi rostro y pude ver cómo él tenía una de sus manos sobre el chinero manteniendo una distancia considerable, su rostro era igual al de alguien preocupado e incluso enojado.

–¿Estas bien? –asentí, seguía sosteniendome de la cintura.

¿Me había tuteado?

–Señor... –señale su agarre, él incremento la fuerza.

–Si la suelto volverá a ignorarme señorita Lee –aclaro y yo solo negue con la cabeza–. ¿Lo promete? –asentí y dió un suspiro.

En cuanto me soltó intente ir hacia la puerta para salir de ahí, lo último que quería era estar en el mismo lugar con él, no ahora. No podía ni verlo a la cara por la vergüenza, lleve mi mano a la perilla y está no abría; regresé la mirada a él y pude ver una sonrisa en su cara.

–¿Señor?

–Le pedí a Niki que cerrará la puerta del otro lado, pensé que trataría de escapar y no me equivoque.

Una Nueva InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora