Una Nueva Influencia

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YANG JUNGWON
Miraba por el retrovisor para cerciorarme de que ellos estuvieran bien, se habían levantado tan temprano para poder estar puntuales con la señora Taerin.

Cuando me mandó la ubicación y la hora me cuestioné si debía o no asistir, después de todo podría hacer sentir incómoda a la señorita Lee y para ser sincero aún no sabía si ella estaba enterada de que su madre nos había invitado.

Tardamos al rededor de dos horas en llegar al lugar, Taesuk y Jungsik se habían quedado dormidos y despertarlos me tomo más de cinco minutos. Jungsik tomó su mochila, Taesuk agarro su maletín y unas botellas con agua; y yo, bueno yo agarre la tienda de acampar, los bolsos donde estaba la ropa y todo lo demás que ninguno de mis preciados hijos se digno a tomar.

Caminamos unos segundos y luego nos detuvimos al observar a la señora Taerin y a Heeseung, estos parecían discutir.

"¿No está aquí?"

Una chica se acercó a ellos con una caja sobre el hombro, tenía un short de mezclilla y una camisa blanca de tirantes, unas zapatillas negras con líneas blancas, traía el cabello sujeto en un moño y algunos cabellos parecían felices con el viento, su espalda parecía muy bien entrenada y ni hablar de sus brazos.
Cuando bajó la caja no pude evitar sorprenderme, era ella, esa chica que estaba viendo con tanto detalle era la señorita Lee.

–¡T/N noona! ¡Heeseung hyung! –Jungsik fue el primero en salir corriendo en su dirección, sentí mis mejillas arder en cuanto nuestras miradas se cruzaron.

Taesuk fue detrás de él y yo me acerque a ellos después, ella lucía diferente a cuando estábamos en la oficina, su aura e incluso su semblante era diferente y... Hermoso...

–¿Señor? –se acercó y me ayudó con unas cosas– ¿Qué hacen aquí?

–Bueno... Vera...

¿Por qué demonios estaba tan nervioso?

–Yo los invite –agradecí internamente por la intromisión de la señora–. Pensé que sería bueno que nos acompañaran –Heeseung y la señorita Lee compartieron miradas mas ninguno dijo nada–. Heeseung, hijo, ayudalo.

Luego de que tomaran lista para serciorarse de que no les faltará nada, emprendimos camino hacía donde habían reservardo, nunca antes había venido a acampar y menos con mis hijos. Ellos parecían muy sorprendidos y maravillados con lo hermoso que era aquí, ambos iban tomados de la mano de la señora Taerin y ella lucía la mujer más feliz de que esos pequeños fueran a su lado.

Yo iba detrás de ellos y la señorita Lee al frente junto a su hermano, estos no se habían dirigido la palabra desde que llegamos y me hacía creer que quizás las cosas no se habían resuelto del todo.
Al llegar, cada uno empezó a desempacar y fueron directo a armar las tiendas, para nosotros era la primera vez y se notaba; la señorita Lee nos miró y luego nos dio una sonrisa disimulada.

–Creo que empezaremos aquí primero –tomo la tienda–. Me ayudan a armarla.

Ambos asintieron con una sonrisa y inmediatamente me quede solo, ¿debería regresar y dejarlos con ellos?

–¿Qué habrías hecho tu papá? –murmuré al ver la sonrisa de mis dos hijos– Al verlos tan felices con T/N pareciera que la quieren más que a mí...

Tape mi boca con la mano al darme cuenta de mi error, ¿T/N? La llamé por su nombre, yo, acabo de llamar a la señorita Lee por su nombre. Ella volteo y me hizo un ademán para que me acercara a ellos, dude unos segundos antes de ir, me puse de cuclillas a la altura de ellos y entre los tres abrieron el ziper de la tienda para mostrarla.

–La próxima deberá armarla usted –susurró haciendo que girará el rostro por la sorpresa.

Nos quedamos viendo por un tiempo y empecé a sentirme perdido en sus ojos "¿La próxima vez?" ¿Habrá una próxima vez?