Todo Por Un Match

C A P Ì T U L O IX: "Invitación A Pecar"

Mi paseo por recursos humanos fue rápido, consistió en una entrevista, arreglos aquí y allá de mis documentos y la promesa de una respuesta muy pronto sobre dónde será mi nuevo lugar de trabajo. Me siento tan inmensamente feliz.

Estoy logrando cosas más allá de mi apellido, lo estoy haciendo sola. Osea sí sé que Mateo y el idiota Lefevre se conocen y se tratan y que hubo algo como una charla entre ellos antes de yo comenzar a trabajar aquí, pero, conociendo a Mat, lo dejo todo en mis manos.

Ese era mi deseo, mi petición y sé que él la cumplió así tal cual. No he tenido tratos preferenciales aquí, nadie sabe de mi conexión con mi familia y todo ha sido mérito propio.

Siento que nada puede perturbar esta felicidad en mi pecho.

Pero como no todo siempre es bueno, tengo un plan de venganza que comenzaré a llevar a cabo está noche.

Llegué a casa completamente cansada y sacando toda la ropa de mi cuerpo por todos los rincones de la casa, las chicas estaban acostadas en el sofá con sus caras llenas de cansancio.

— Hoy fue un día largo para todas, ¿ no es así?

Ambas asintieron pesadamente sin mirarme aún.

>> Les traigo chismes y soy la protagonista.

Cómo si fuese arte de magia, sus cuerpos agotados y casi muertos volvieron a la vida. Dos pares de ojos me miraron atentamente ansiosos de información.

No pude evitar carcajearme y cuándo termine de quitar de mi cuerpo la falda holgada, fui hasta la nevera saque la botella de vino de reserva, tomé tres copas de la alacena, me tire en medio de ambas con mi camisa de botones sirviendo de bata y les dije:

>> Es hora de brindar.

Las dos no pudieron evitar reírse a carcajadas y suplicar que soltará la jugosa noticia que cargaba atorada.

— Habla ya mocosa.— dijo mi pequeña amiga querida del alma, no deje de mirarla mal y carcajearme al mismo tiempo.

— Viven y mueren por un chisme. Dios mío.

— Confiesa tus pecados hija del demonio. — dijo mi hermana con un tono de voz infantil.

Las tres reímos a carcajadas. Las adoro tanto.

— Bien, ya que insisten tanto.

— Al punto Aleah. — dijo Becca mechoneando mi peluca natural.

— Pase preliminares.

Ambas gritaron de emoción y se abalanzaron sobre mí llenándome de besos.

>> Chicas ya— dije entre risas —, aún debo esperar que me digan cuáles son los pasos a seguir pero pase las preliminares. Estoy tan feliz. En fin, eso no es todo.

Ambas me miraron perplejas e interesadas a la vez.

— ¿Qué sucedió bombón? ¿Por qué tan sería? — preguntó Becca sería también.

Me apresure a contarles todo lo que había pasado con el pecador Lefevre y ambas me miraban atónitas.

— Te lo dijo Becca, yo lo pensé, pasaste de ser atrasada a atractiva. Tú jefecito quiere devorarte. — dijo mi querida hermanita muerta de risa.

— Sam, guácala. No.

— Eso no lo decías en Infinitum la noche que le besaste hasta el cerebro.— Dijeron ambas al unísono.

— No me recuerden esos malos momentos por favor, en fin antes de que sigan hundiendo más el barco de la miseria que tengo por vida ahora. Les quiero contar mi plan.