CAPÍTULO 7

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Moonbin había pasado oficialmente 2 meses en casa de Sara, trabajando. En ese tiempo sus desmayos, mareos y otras dolencias habían aminorado.

Eso si. La asistencia al medio era regular, ya no tanto como antes, pero si iban una vez cada semana a hacerle un chequeo a Bin. Las vitaminas que el doctor había recetado realmente estaban funcionando. Sara estaba feliz de que su salud estuviera mejorando.

En ese tiempo Bin había aprendido a deletrear y se había quedado solo en eso. Agradecía que Sara tuviera tanta paciencia, además de que ella lo conocía bien y sabía que al mayor le costaría un poco de trabajo, pero que a final lo lograría. El siempre se esforzaba mucho cuando quería y terminaba logrando lo que se proponía.

Ahora se encontraban cerrando el restaurante de mariscos, desde luego Bin la acompañaba hasta el final porque no tenía como regresar a casa.

-¿Qué tal les fue? - pregunto el pelinegro

-Bien

-Eso es mejor que escuchar un "Mmh... "

Sara rio, empezaba a conocerla bien.

-¿Como van los preparativos para la remodelación? - pregunto el pelinegro cuando estuvieron dentro de la camioneta

-Realmente ansias no ir trabajar ¿no es así?

-¿Soy tan obvio?

-Te conozco. Así como tu conoces mis "Mmh..."

Bin rio esta vez.

Cuando llegaron a casa Sara se pego a su Laptop como cada noche desde hace un mes.

-¿Puedo no estudiar hoy y acompañarte en los preparativos? - pregunto Bin

-Por supuesto - asintió

Sara añadia y eliminaba los últimos detalles de la remodelación que comenzaría pronto.

-¿Tienes pensado dejarnos descansar uno o dos días? - pregunto Bin

-¿Descansar?

-Si digo... Esta bien que trabajemos y nos das un buen sueldo, pero... Apenas y estamos en casa, si te pones a pensar en los que tienen hijos, lo que estan casados y así, no tienen tiempo de ver a sys familias o convivir con ellos, trabajamos todos los dias sin un dia de descanso. Ahg que digo olvidalo - frotó su rostro - debería estar agradecido de tener un trabajo

-No, no. Tienes razón, jamás lo había pensado

La latina llevaba una vida tan solitaria, que se olvido que no era así para el resto del mundo y para sus empleados. Bin fue más empatico y pensó en los demás, mientras que ella inocentemente había sido egoísta ¿Cómo podía él pensar que era una mala persona? Sin duda tendría una reunión con sus empleados para discutir ese tema.

Moonbin suspiro, estaba cansado de pensar.

-Me duele la cabeza

-Eres más de usar el cuerpo - dijo sin apartar su mirada de su laptop

-¿Osea que soy un cabeza hueca que se va por lo fácil?

-Ya vas empezar - golpeó a Bin en el hombro - pones palabras en mi boca que no han salido

Moonbin río.

-Oye - llamó Sara

-¿Mmh?

-Estas engordando

-¡¿Qué?!

-Golpee tu brazo y no se siente como antes

-¡Oh dios tendré una horrible panza! - se rascó su nuca mientras Sara reía - no te burles

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