CAPÍTULO 15

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Matías se quedo mirando fijamente el brazo de Bin. Era grande y grueso. Con la camiseta negra casi por reventar, su chaleco, el arma y ahora bien peinado parecía un verdadero guardia o un soldado en aquella mansión.

Bin caminaba sigiloso entre los pasillos de la segunda planta, con sus amigos siguendole por detrás. Era el único que buscaba, perdían el tiempo. Hizo señas para que se separan y así lo hicieron.

Jinjin y Sanha fueron a las puertas a la derecha, Matías a la izquierda y el fue directamente a la puerta del fondo en el pasillo.

Como las anteriores, la empujó despacio sin hacer ningún ruido. Logró divisar a las castaña en una silla y Erick de pie frente a ella.

No lo pensó dos veces e irrumpio en la habitación. Con su arma bien empuñada apuntó al de ojos azules. No tenía idea de como usar o disparar un arma, pero si debía aprender en ese mismo instante, lo haría.

Erick alzó sus manos a cada lado de su cabeza, confundido. ¿Cómo había entrando el peligro con tanto hombres cuidando la zona?

—¿Estas bien? — pregunto el pelinegro detrás de Sara

—Bin — llamó sorprendida

—¿Cómo entraste?

—Sara ¿estás bien? — pregunto Moon Bin de nuevo

—S-si

—Ok

Moon Bin miro al italiano, muy poco importandole el odio, el desprecio y desagrado en ojos. Bajo su arma y comenzó a desatar a la castaña de todas las gruesas sogas.

—Volviste — soltó la castaña —. Creía que comenzaba a delirar

—Claro que si — sonrió con ternura

—Creía que comenzaba a delirar

—¡¡¡Chicos!!! — llamó Bin

—¿Chicos? ¡¡AAH!!

Moon Bin cayó adolorido al suelo. No debió de haberse descuidado, Erick aprovecho a buscar un objeto y golpeó al de piel blanca en la cabeza.

—Se ve que no te dedicas a esto niño. Nunca le des la espalda a tu enemigo

—¡Erick! ¡Dejalo! — suplico la castaña

Bin aún aturdido pateó los pies del contrario por detrás haciéndolo caer al suelo y aprovecho para ponerse de pie.

Se acercó a él, colocando sus piernas a cada lado del contrario. Comenzó a golpear su rostro con su gancho derecho.

—¡Sara!

—¡Mati! — dijo entre alegre y a la vez preocupada. No quería a su único amigo cerca de un tipo tan peligroso.

—Tranquila ya estamos aquí. Estarás bien — ánimo el castaño

—Bin ya esta bien — dijo Jinjin jalando al pelinegro de su hombro izquierdo —. ¡Es suficiente!

El de piel palida estaba cegado por la cólera, no quería parar de golpearlo. Estaba tan enojado de que alguien hubiera atacado y maltratado a una persona tan mansa y linda como lo era Sara.

Sanha ayudo a Jinwoo a apartar a Moon Bin del pelinegro. Pero cometian otro error. Había gente que no merecía piedad de parte de nadie.

Erick peteo el estómago de Moon Bin, mientras Jinwoo y Sanha lo sostenían. Luego empujó a Sanha y le dio un puñetazo a Jinwoo en las costillas.

Moon Bin volvió a tirarse sobre él. Se sujeto de su cintura para apartarlo de sus amigos. Erick aprovecho que sus costillas estaban expuesta y no dudo en golpearla repetidas veces. Enrollando también su brazo al rededor del cuello para asfixiarlo.

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