𝐵𝑒𝓉𝓌𝑒𝑒𝓃 𝒸𝒽𝒶𝑜𝓈 𝒶𝓃𝒹 𝓈𝒶𝓁𝓋𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃

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Si hubiera sabido que él la miraría como si fuera lo más increíble que hubiera visto en su vida, ¿se habría pintado los labios de rojo? ¿O eso solo lo incitaría a besarla? Bajo su mirada penetrante, fría y cálida a la vez, él sonrió suavemente. Esos detalles la hicieron estremecer.

—¿Puedes dejar de mirarme como si fuera un trozo de carne listo para servirse? —exclamó Yeon-seo, cruzándose de brazos.

—Realmente sabes cómo destacar, incluso cuando estás molesta —comentó Gu-won con diversión en sus ojos.

—¿Por qué insistes en seguirme? —inquirió ella, examinándolo de arriba abajo.

—Tal vez me preocupo por ti —respondió el otro con una sonrisa encantadora—. Y además, es divertido ver cómo intentas resistirte a mi encanto.

Yeon-seo soltó una risa sarcástica.

—No te confundas, no me gustas ni un poco.

—Eso ya lo veremos —replicó, acercándose más a ella.

La chica levantó la mirada, y sus ojos se encontraron. El contacto visual entre ellos solo mostraba una parte de lo que realmente querían decirse. Pero Yeon-seo se contuvo, se trataba de demostrar quién era mejor y ella era mejor.

—Mírate —dijo con desdén, sus ojos recorriendo el rostro de él con un toque de burla—. Dijiste que te sentías muy mal, pero estás radiante de salud. ¿Crees que estoy ciega?

Gu-won, en respuesta, preguntó con un tono coqueto:

—¿Crees que estoy radiante?

—¿Qué solo escuchas lo que te conviene? —continuó ella, sacando de su bolso un sobre de dinero—. En fin, siento que te debo algo, ya que pagaste la comida y todo eso cuando saliste con mi hermana. Es algo pequeño —le tendió el sobre.

—¿No te dije que no lo necesitaba? —rechazó él, sin tomar el sobre.

—Odio estar en deuda —añadió, enfatizando la palabra "odio".

—Olvídalo. Tengo tanto dinero como... —se detuvo abruptamente al ver el montón de billetes—. ...tú.

—Entonces, ¿qué quieres de mí? —preguntó la menor, guardando el sobre en su bolso—. Hasta me mentiste sobre tu salud. Si es por el trato...

—Se acabó —interrumpió—. Ya no hay necesidad de tratos entre nosotros.

—¿Entre nosotros? —inquirió ella con una ceja levantada, mirándolo con sospecha.

𝓛𝓪 𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓪 𝔂 𝓔𝓵 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 | 마이 데몬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora