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La amplia oficina de Yeon-seo estaba sumida en una sombra apenas iluminada por la luz tenue de las lámparas, creando un ambiente de intimidad y concentración. La CEO se encontraba inmersa en la tarea de revisar datos, informes y números relacionados con su empresa, buscando la perfección y el éxito en cada detalle. Enfocada en su labor, apenas levantaba la mirada de la pantalla de su computadora, ignorando el mundo exterior.
Mientras revisaba los documentos, su atención se desvió hacia las pantallas de seguridad que mostraban diferentes áreas del edificio. Allí, vio a Gu-won afuera de su oficina, concentrado en la lectura de los libros que, aparentemente, consideraba innecesarios para desempeñar su papel de guardaespaldas. Libros que ella misma le había regalado, como una forma de burlarse de su ignorancia.
Una sutil sonrisa se dibujó en los labios de Yeon-seo al observar al chico en su peculiar tarea. Era difícil de creer que aquel individuo, capaz de actuar con tanta seriedad y determinación, pudiera cambiar tan rápidamente de actitud. Un momento era frío y calculador, al siguiente era dulce y atento. Un momento era arrogante y desafiante, al siguiente era humilde y respetuoso. Un momento era un demonio, al siguiente era un ángel.
¿Qué le pasa? se preguntaba Yeon-seo, sintiendo una mezcla de curiosidad y molestia. ¿Por qué es tan bipolar? ¿Por qué no se decide a ser una sola cosa? ¿Por qué me confunde tanto con sus cambios? ¿Por qué no puedo soportarlo, pero tampoco puedo dejar de mirarlo?
Regresó la vista a sus documentos, intentando evitar pensar en lo muy bipolar que era el chico. Aunque, en el fondo, la CEO estaba empezando a entender que, quizás, detrás de esa aparente dualidad, residían capas más profundas y complejas de su personalidad. Capas que ella quería, y temía, descubrir.
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Ya en la noche, Gu-won manejaba la limusina mientras Yeon-seo estaba en el asiento del copiloto con la mirada perdida al frente. Ambos compartían un silencio que ahora parecía más "cómodo", aunque ninguno de los dos lo admitiría. El chico, aburrido de la falta de conversación, decidió romper el hielo con un comentario casual.
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𝓛𝓪 𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓪 𝔂 𝓔𝓵 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 | 마이 데몬
Ciencia FicciónElla era la heredera de una de las compañías más poderosas y millonarias del mundo, pero había un precio que pagar: Debía casarse con un hombre que no conocía ni amaba. Ella no creía en el amor, pues siempre le había traído dolor y decepción. Por es...