𝒯𝒽𝑒 𝓉𝓇𝒶𝓅 𝑜𝒻 𝓁𝑜𝓋𝑒

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Gu-won llegó a su fundación, la Fundación SUNWOL. Su cara era de pocos amigos y era claro que no esperaba más que solo ir por el dichoso contrato que había expirado ese día. ¿Cómo lo haría para recuperarlo? Esa era una gran incógnita que no se podía responder con facilidad, pero esperaba que con sus 200 años de experiencia siendo demonio, pudiera resolver el trato sin poderes. Entró a su oficina y vio a su mayordomo en su escritorio, el cual nadie tenía permitido sentarse, y leyendo el libro de demonios. Sonrió disimulando su enojo y se acercó al mayordomo, que al verlo se asustó y escondió el libro detrás de él, fingiendo limpiar.

—Dámelo. —pidió Gu-won con falsa amabilidad, mientras se acercaba con paso firme.

El mayordomo sonrió nerviosamente y se alejó, tratando de escapar.

—"Los demonios existen para hacer tratos." —leyó en voz alta mientras caminaba hacia la puerta, seguido por Gu-won— "No cumplir los tratos o la fecha de caducidad lleva a una combustión espontánea..." ¿"Combustión espontánea"? —preguntó con curiosidad, sin darse cuenta del peligro que corría.

Gu-won le arrebató el libro con fuerza antes de mirarlo con furia.

—¡No toques mis cosas! —gritó, mientras el mayordomo se encogía de miedo.

—Soy tu empleado —se defendió el otro— Somos casi familia. ¿Cómo pudiste...? —se quejó, sintiéndose traicionado.

—Espera. —paró Gu-won, cambiando de tono— ¿Cómo lo encontraste? Lo escondí donde nadie lo encontraría. —dijo, intrigado por el hallazgo.

—Estaba limpiando y... —dijo el mayordomo con una sonrisa inocente, inventando una excusa— Lo encontré debajo de tu almohada. —mintió, esperando que Gu-won le creyera.

—¿Debajo de mi almohada? —repitió Gu-won, incrédulo— ¿Qué clase de escondite es ese?

—No lo sé, yo solo... —empezó a decir el mayordomo, pero se dio cuenta de que había metido la pata— Déjame leer. —cambió el tema rápidamente, tratando de recuperar el libro— Tengo derecho a leer el manual del demonio. —dijo, con determinación.

—¿Un "manual"? —bramó Gu-won, ofendido— ¿Crees que soy una aspiradora? —preguntó, indignado por la comparación.

—Entonces, ¿qué es? —preguntó el mayordomo, con interés.

—Contiene toda la información sobre mí. —explicó Gu-won, con orgullo— Podrías llamarlo manu... —se calló a sí mismo cuando se dio cuenta de lo que iba a decir, y se sonrojó ligeramente.

𝓛𝓪 𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓪 𝔂 𝓔𝓵 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 | 마이 데몬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora