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Tu luz.

Y tu luz, me alumbra a donde voy.





J

iMin. 23
YoonGi. 25

—JiMin, felicidades, lo lograste hijo.

JiMin sonreía a todo invitado que se acercaba a felicitarlo, estaba lleno de gente que lo amaba y él apenas se había enterado de ello.

Estaba tan delicadamente sentado en medio del salón, como la persona más importante del lugar, había logrado titularse.

Jungkook había dudado en ir o no, pero JiMin seguía llevándole el almuerzo hasta su trabajo y de cierta manera se sentía en deuda con el omega.

—Toma, felicidades.—dijo Jungkook entregándole a su conocido de la infancia una pequeña caja, la que JiMin tomó con delicadeza y abriendola al instante, sus ojos brillaron era un collar de oro. Él amaba las cosas bonitas y brillantes, él amaba el regalo de Jungkook, su gesto y que por primera vez desde que le conoció le había regalado algo.

¿Acaso Jungkook había ocupado su preciado tiempo en buscar y escoger aquel presente?

Era un acto precioso.

El omega estaba embelesado con su regalo y el alfa en el fondo sentía aquel ego al ver que su regalo había sido el favorito del festejado, aunque se sintió opacado cuando YoonGi llegó a regalarle a JiMin decenas de cajas con moños, con cosas desconocidas dentro de ellas, pero que cuando JiMin las abrió, Jungkook se había topado con una un expresión de sorpresa de parte de JiMin.

Vaya, JiMin estaba emocionado con sus regalos, sin embargo, Jungkook jamás se sintió desplazado, pues JiMin portaba su regalo a ojos de todos y le había visto, en varias ocasiones en esa noche, sonreírle al collar cuando lo alzaba para verle.

Un regalo suyo tan simple era visto como la séptima maravilla del mundo.

Inconscientemente Jungkook sonrió conmovido por la acción de JiMin.
Se sintió mejor el haber dado un regalo que el recibirlo.

Pero el que YoonGi no se despegara de JiMin le estaba inpacientando, ¿Por qué no se iba a sentar a su maldita mesa y dejaba de ponerle crema batida en la nariz a JiMin?

—Vaya, te juntaste con la chusma.—dijo Hoseok.

—Mamá y papá aman a JiMin, fui casi obligado a venir.

—Ya veo...

—Oye...—Hoseok dejó de beber soda para ver a Jungkook.—el hijo de los Min y JiMin se han hecho muy cercanos.

—Ah, si, JiMin ya tiene un año trabajando en su empresa, así que...

¿Un año? ¿Tan pronto?

—Me alegra saber que alguien valora las capacidades de JiMin.

—Vaya, es la primera vez que escucho que te expresas bien de JiMin.

—¿Qué tanto le regaló Min a JiMin?—preguntó, aunque ya sabía, solo quería cambiar el tema.

—Pues...no sé, si es ropa, no le durará a JiMin, es un tanto vanidoso.

—¿Vanidoso?

—Vamos, ¿no lo estás viendo? Él sabe que es bonito y esta presumiendo.

Cierto, Jungkook observó a escondidas de Hoseok a JiMin. El omega mostraba con confianza su sonrisa, era verdad, desde que JiMin había entrado a la adolescencia y ahora su adultez, no hubo un solo día en que no estuviera arreglado,  perfumado y con una amplia sonrisa en sus labios.

SOLO TÚ《KOOKMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora