31

911 88 3
                                    

                             LEJANO

"Taehyung ¿puedes venir?"

Envió ese mensaje, esperanzado a que el omega atendiera su mensaje y pudiera ayudarle con JiMin.
Se sentía muy mareado y su alfa aún no hacía acto de presencia desde que llegó al apartamento, por ello no sentía ser capaz de ayudar del todo y aunque no quería irsé de su lado, comprendía que quizá no era la persona más apta para estar en esos momentos al lado del omega.

—Te preparé té, aún está muy caliente.

Jungkook sopló un poco y el calmante olor a manzanilla llegó a él, estaba tratando de ser lo más suave posible, incluso al poner la taza de porcelana sobre la mesita que estaba a un lado de aquel sofá gris.

JiMin había sido tranquilizado minutos atrás.

Fue difícil, ese momento hizo que Jungkook hiciera recuento de todas las cosas difíciles que había hecho en su vida y aquel momento en el que tuvo que tranquilizar a JiMin fue uno de ellos.

Pues el omega parecía no escuchar su voz,  estaba sumido entre sollozos y el olor agrio a fresas.

Después de cerrar la regadera y abrazarse al omega, disculpándose infinidad de veces y sumiendose en la culpa, lo sacó del baño, lo cubrió con toallas, buscó desesperado por el apartamento algo con que taparlo y en su búsqueda se encontró con una habitación muy desordenada, donde habían papales, tinta, lápices e infinidad de documentos, dándose una idea de lo que pasaba, tomó mantas al azar y corrió de nuevo, JiMin estaba sentado en el sofá, aún cubierto con toallas, con la cabeza recargada en un brazo del sofá, buscaba como acercarse pues el omega seguía recio a no mirarle y seguir distante, Jungkook veía y escuchaba que JiMin no dejaba de contar números con sus dedos, estaba haciendo cuentas y unas muy grandes.

Aquello era sumamente extraño para el alfa.

Al final solo terminó tapando al omega, poniendo muchas capas de cobijas, almohadas y demás y espero a que fuera el momento indicado para hablarle, no quería ser imprudente, sentía que si hacía cualquier movimiento tosco el omega  de nuevo se pusiera como momentos atrás.

JiMin había dejado de estar a la defensiva, había pasado a ignorar completamente a Jungkook.

—¿Quieres un poco de azúcar? Le pondré un poco de azúcar.

Caminó de vuelta a la cocina, viendo sobre la barra, donde JiMin tenía aquella linda caja de madera donde guardaba el té, y al no percibir lo que buscaba abrió la alacena, perdiéndose entre dulces, galletas y demás especies, pues Taehyung se había encargado de llenar la alacena para cuando a JiMin le diera hambre pero entre tantas cosas, al abrir la segunda puerta, a los pies de Jungkook cayeron varias cajitas de pastillas vacías, las que tomó, leyó la descripción y al final seguía sin entender por qué habían tantos medicamentos en la casa del omega, comenzando a hacerse teorias.

—¿JungKook …?

Metió las cajas rápidamente y cerró torpemente la alacena, caminó hacia JiMin, quien se quitaba de encima todo el armamento que le había puesto y de nuevo tomó la misma posición que había decidido tomar desde que entró a la casa, ser paciente y atento al omega.

—¿qué pasa? ¿ya te sientes bien? ¿Necesitas algo? ¿Quieres azúcar?—Preguntó sin ser apresurado, pero preocupado.

—¿sabes de alguien que pueda asesorarme para ver una parte legal en un contrato…?

—¿Qué?—la pregunta del alfa salió con completa confusión y un poquito brusca, pues de todas las cosas que pudo escuchar de parte de JiMin en ese momento…no era exactamente esa.—…¿para qué la necesitas?

SOLO TÚ《KOOKMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora