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CUIDADOS



—Salga, por favor, no puede estar aquí.

Los suaves brillos del sol habían entrado por la habitación y Jungkook seguía con la cabeza pegada a las suaves sábanas blancas que tapaban a JiMin, el médico apenas se acercó al alfa para llamar su atención este le gruño a manera amenazante, fue un verdadero grunido de un lobo, lo que hizo al médico dar varios pasos hacia atrás.

Era una reacción natural que tenían los alfas cuando alguien ajeno perturba el espacio donde su omega indefenso estaba.

—Soy el médico.—dijo aquel hombre en voz apaciguada.—Lo siento chico pero no puedes estar aquí, es malo para tu Omega.

Jungkook quien estaba conciente de todo, descubrió su rostro, mirando al médico frente a él, que le mostraba las manos vacías, en señal de paz. Entonces se puso de pie, y con el dorso de su mano acarició suavemente la mejilla derecha de JiMin, después tomó una de sus manos, dónde el suero estaba siendo suministrado y dejó un beso en aquella pequeña mano que tenía una cicatriz en medio.

Suspiró cuando puso la mano del omega sobre la camilla, se giró y caminó directo a la salida, planeando la manera de regresar, pero si es que el médico decía que era malo para el Omega, entonces tendría que ser paciente.

Pero apenas cruzó el umbral de la puerta, se escuchó un sonido que no desconocia del todo, el médico corrió a la camilla de JiMin, revisando el computador dónde se veían sus signos vitales, que al parecer estaban muy alterados, cómo si este fuera entrar en paro de nuevo.

Aquello hizo que de nuevo el miedo y la adrenalina apareciera en Jungkook, quien entró deprisa a la habitación, el médico estuvo a punto de llamar a otros médico para recibir apoyo pero fue testigo de como el Omega regresaba a la calma justo cuando el alfa sujetaba con cuidado una de sus manos y con lágrimas en los ojos decía su nombre en voz baja, cómo si fuera una suplica.

El médico supuso que quizá tendrían que cambiar de método para la pronta recuperación del Omega.















—Tu hijo despertó.

El padre de YoonGi suspiró, no sabía que hacer exactamente. Le dolía el hecho de todo lo que le había sucedido a su hijo pero como hombre honesto era conciente de que Yoongi era culpable y debía pagar todo lo que había hecho. Caminó despacio por los pasillos, suspirando cuando tomó el pomo de la puerta.

Entró y vio a su hijo sentado en la camilla, mirando a su padre directo a los ojos.

—YoonGi... - el mencionado soltó una sola sonrisa sarcástica y giró su cabeza a un lado.

—Nunca en mi vida creí que iba ser sedado con una dosis para un animal salvaje.

—¿Cómo te sientes?— se acercó y se sentó en el sofá frente a la cama.

—Mal, no encuentro otra palabra.

—Llamaré al médico.— dispuesto a abrir la puerta de nuevo.

—No me refiero a físicamente...– YoonGi guardó silencio por breves momentos, haciendo que su padre detuviera toda acción.—No logro entender porque él me rechazó, el cómo terminó todo así. – el alfa mayor  se quedó en silencio mirando al suelo.

—Hiciste todo mal.— YoonGi abrió la boca para contra atacar a su padre, dispuesto a decirle que se equivocaba.—No fue la manera, leí todos esos mensajes que le diste al omega, la policía me dijo lo que hiciste y quizá no me dijeron todo pues JiMin no ha testificado nada, no lo puedo creer...—apretó sus labios conteniendo la vergüenza que le daba el saber que su hijo había dañado así a una persona inocente.—No puedo creer que tú hayas sido capaz de todo esto, abusaste de una persona hijo...¿Cómo pudiste? Ni tu madre ni yo te dimos ese ejemplo.

SOLO TÚ《KOOKMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora