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CIELO AZUL



Contigo aprendí que la semana tiene más de siete días
Y hacer mayores mis contadas alegrías.



No quiero un anillo simple, quiero uno que resalte.

La exigencia de su prometida eran grandes, la beta y él no se veían casi nunca pero imaginarse casado con alguien así ya no resultaba agradable.

La beta no tenía humildad ni humanidad, no le gustaba nada y nada le parecía. La mujer era bellísima pero su amargura opacaba todo.

Jungkook suspiró, era frustrante las peticiones de la beta y lo orgullosa que era, tan odiosa.

-Quiero el anillo más costoso.

Su vista se estacionó en unos pendientes en forma de corazón.

JiMin siempre usaba aretes pequeños y delicados.

¿Cómo se verían esos aretes en sus orejitas?
Pensó.

-Quiero esos pendientes, por favor.

.-¿Y el anillo?

-Quiero cualquiera - dijo Jungkook observando los lindos pendientes dentro de la vitrina.















En esos días era cuando más necesitaba la presencia de alguien que le alegrará el día porque la beta y él trabajo consumían todo.

-Tengo los cheques, falta tu firma- dijo Mingyu pasándole aquella chequera a Jungkook- Van dos meses seguidos que te veo aquí ¿Ya no vas a tu almuerzo matutino?

-Jimin me pidió que no nos viéramos tan seguido- mencionó Jungkook poniendo su firma.

-Ya veo... algo fue mal ¿Quieres hablar de ello?

-No- su voz era fría.

-Esta bien- Mingyu alzó las manos en son de paz.

Apenas había pasado tres meses y estos transcurrían diferentes para JiMin y Jungkook.

-No entiendo, algo está mal.

Como todos, ellos tenían sus problemas y asuntos.

-No debes preocuparte ¿si? Es una pequeña cantidad de dinero. Podemos reponerla, quizá hubo un error, pasa seguido. - YoonGi se mostraba sereno ante la preocupación de JiMin, el plan de mantenerlo ocupado había resultado.

-Quizá tengas razón.

JiMin suspiró y se recargó en el respaldo del asiento, era su segundo mes como vicepresidente y ver cualquier mínimo error le alteraba. No quería hacer las cosas mal, su miedo era hacer quebrar la empresa y aunque era una idea extremista, no lograba relajarse.

-Quita ese ceño te saldrán arrugas‐ el alfa tocó con su dedo índice la frente del omega.

-¿Qué te parece si salimos a cenar? - YoonGi se sentó mostrando una preciosa sonrisa.

JiMin soltó una risa muda y negó.

-¿Estás rechazandome?- dijo y se colocó una mano dramáticamente en su pecho, acto que robo otra sonrisa de JiMin, diosa Luna. Le encantaba el omega frente a él.

SOLO TÚ《KOOKMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora