Extras

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Por Maggie:

Los documentos reposaban en la mesa del desayunador, por eso lo primero que Scott vería al llegar serían los resultados. Y así sucedió. Se encontraba frente a mí, con los ojos cristalizados, confirmando lo que ya le había comunicado por teléfono: los exámenes volvían a arrojar un resultado negativo.

Yo permanecía recostada en una de las paredes frente al desayunador, observándolo desde su llegada, consciente de que él sabía lo que sucedería a continuación. Ya habíamos tenido esta conversación un año atrás. Scott sostenía los documentos en sus manos, y observé cómo unas lágrimas empezaron a rodar por sus ojos.

Scott, básicamente, no estaba nunca en el país. De los 30 días del mes, pasaba 18 en el extranjero. Esto se debía a ser extraordinario auditor bancario, su trabajo se desplegaba fuera de nuestras fronteras. El año anterior, me había advertido que este año estaría fuera solo dos veces, pero cada vez por 5 meses. Esto significaba que solo lo vería en esta ocasión y luego, de nuevo, en cinco meses. Suspiré con fuerza para reunir la valentía necesaria para enfrentar situaciones como estas porque si no era ya debía de esperar otros cinco meses.

Comencé a caminar hacia él; mis pies descalzos parecían flotar en el ambiente que se generó entre los dos. Scott retiró la mochila de su hombro y la dejó en el suelo junto a él.

—Hola, peque. Perdón por llorar, pero ver el resultado de frente es diferente a escucharlo por teléfono —dijo, limpiándose las lágrimas que aún quedaban en sus ojos.

—¿Cómo estuvo el viaje?

—En serio, ¿no habrá un abrazo, un beso? ¿Es definitivo el divorcio verdad ? 

—Scott, sabes que esto no tiene sentido alguno. Hace varios años debimos haber terminado con todo. Si no hubiera sido por el error medico con el tratamiento esto hubiera pasado antes, solo estábamos esperando este resultado y ya lo tenemos.

—¿Qué dijo Gustavo?

—Que podríamos intentarlo de nuevo, pero tus espermatozoides y mis óvulos no se llevan bien.

—¿Este es el fin, peque?

—Este es el fin oficial. Pero realmente sabes que hace un año no quisiste firmar los documentos. Y debes entender que no es por los hijos. Simplemente se terminó. La idea de los hijos solo nos mantenía latiendo, pero ya no.

—Maggie, soy consciente de que te he descuidado, que he trabajado en exceso y que te dejo sola la mayor parte del mes, también de las veces que me haz suplicado que no te deje tanto tiempo sola. Pero eso no disminuye mi amor por ti. Y se que no es la primera vez que hablamos de divorcio, esta conversación la hemos tenido ya varias veces, pero sigo negándome a aceptarlo. Se que siempre te prometo cambiar y dedicarme mas a ti y te fallo, pero dame la ultima oportunidad.

—Scott y no te reprocho nada. Pero este matrimonio ya no tiene pies ni cabeza. Te he amado y respetado, pero necesito que entiendas que nos acostumbramos a no estar juntos, ya no hay amor de pareja y lo sabes tu solo quieres irte de gira con la tranquilidad que tu esposa esperara aquí, pero ya no quiero esperarte, en mi cumpleaños, en navidad, este resultado negativo ha llegado miles de veces y muchas veces llore sola por mi vientre vacío mientras tu estas lejos de casa.

«Porque tengo que estar esperando cada día en esta casa sola si me prometiste en el altar otras cosas. Tu sabes que mi amor a pesar de todo a sido completo nunca a medias, pero en ese sillón te he esperando mas de las veces que me has hecho el amor.»

«Ni siquiera nos extrañamos en nuestras ausencias; tus llamadas disminuyeron y cuando hablamos, solo es para hablar de los hijos. Me duele aceptar esto Scott porque solo tu y yo sabemos las veces que lloramos por un hijo, pero al final fue lo mejor que paso un hijo no pegaría este matrimonio»

Claris Olsen y los Fantasmas del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora